¿Acabas de empezar a tejer? ¿Las agujas y la lana forman parte de tu vida desde hace tiempo? Seguro que en más de una ocasión has escuchado que tejer mola, pero que coser y rematar el proyecto entre tus agujas no tanto. El otro día se habló de este tema en el grupo privado de Facebook de las PearlKnitteras que tejemos juntas. Bien, si a ti también te da pereza, sigue leyendo, porque en este post vamos a tratar de averiguar el por qué y dar un giro a la perspectiva de coser y rematar para que sea una actividad tan placentera como tejer.
Quienes formáis parte de la comunidad PearlKnittera sabéis que provengo de una familia de tejedoras, abuela, madre, tías… Todas tejen y varias de ellas se han ganado la vida durante años tejiendo. Cuando era pequeña íbamos cada fin de semana al pueblo, allí en casa de mi abuela desfilaba un carrusel de mujeres que venían a por sus ovillos y las indicaciones que les daba mi madre para tejer sus diseños. En su día llegaron a ser más de una veintena de mujeres tejiendo.
Para mí aquello era lo más normal, y mientras me entretenía con un juego u otro, escuchaba los comentarios de unas y otras: que si que patrón más bonito, que si que lana más gustosa, etc… Pero también se fueron instalando en mí subconsciente frases del tipo: «tejer este modelo estupendo, pero coserlo ya es otra historia«. Eran muchas las mujeres que comentaban que coser era la parte más tediosa de todo proyecto lanero.
Nunca me pregunté el por qué, y esa idea se convirtió en creencia, y cuando empecé a tejer ni siquiera le di una oportunidad a la aguja lanera, directamente me escaqueaba vilmente de coser mis proyectos, y perezosa total se los daba a mi madre.
Hoy ya no es así. ¿Quieres saber por qué?
No voy a olvidar la primera vez que me decidí a coger la aguja lanera, daba la casualidad que no fue para coser alguno de mis proyectos, fue para enseñar a hacerlo a un amigo, me dije a mí misma que lo había visto hacer mil veces, y que podía enseñarle sin problemas. Cuando sentí la sensación de estar «cerrando algo», de terminar algo, de zanjar, de poner punto y final… Me pareció una sensación de lo más placentera, es más, no quería devolverle la aguja y que lo hiciera él. Es un amigo que siempre me dice lo mismo: «Tejer es como la vida misma«.
Desde aquel día cuando termino un proyecto me alegro, me animo a coger la aguja lanera y dar el paso de terminar de verdad algo que yo he empezado. Para entonces ya han desaparecido todos los cálculos, los puntos, las vueltas, los menguados, los aumentos. Simplemente tengo que seguir el camino y pasar haciendo un bucle de un lado a otro, disfrutando del proceso. Mientras saboreo los últimos momentos que me quedan junto a esa labor antes de estrenarla, regalarla, venderla… Junto a esa prenda he tejido parte de mi historia y cierro una etapa.
Es tan importante empezar algo como terminarlo.
En el grupo de las Knitaholics by Pearl Knitter, fue una de las integrantes la que confesó al resto de tejedoras:
«Me da una pereza tremenda coser y rematar mi labor.
¿Os pasa también a vosotras o soy la única?«
Rápidamente empezaron a llegar las respuestas, unas y otras fuimos contando cómo vivíamos la experiencia de coser y rematar, las había que también les daba pereza, otras que no lo llevaban tan mal, quien daba ánimos y decía que era el punto y final para poder estrenar algo tejido con tus propias manos… Fue estupendo ver que se creaba debate y que entre todas fuimos aportando algo para que el resto del grupo tuviera otra perspectiva sobre coser y rematar.
Ese mismo día recibí un correo muy especial, de esos que te llegan a la patata, además por partida doble. La misma persona que inició la conversación en el grupo, me envió un mail con su historia particular de cómo había vivido la experiencia de Tejer Juntas. Su nombre es Gala, los patucos fueron su primer proyecto lanero, y además es mi prima (casi hermana), con la que he convivido cuando iba a la Universidad, con la que me he reído y he llorado, y ahora también puedo decir que he tejido.
Ella vive en Málaga, por lo que no puede asistir con frecuencia a nuestras mega reuniones tejeriles con su madre, la mía, nuestra abuela, nuestras tías abuelas… Y desde el primer día nos ha apoyado de manera espectacular en la aventura PearlKnittera, y siempre quiso aprender a tejer, así que le regalé el curso ¿Tejemos Patucos? con los materiales para Reyes.
Aquí nos tenéis a las dos en noviembre de 2013, las primeras fotos PearlKnitteras, cuando no había web, cuando no sabía nada de lo iba a vivir a partir de tener un blog…
Os dejo un fragmento de lo que Gala me escribió (podéis encontrar su historia completa en la sección La comunidad Pearlknittera habla, donde ya sabes que si quieres puedes aparecer compartiendo tu historia), es una visión muy particular:
«Entre aumentos y disminuciones, los pensamientos iban y venían. Ideas que se perfilaban y se marchaban. En el proceso de tejer hay vida, como decía Pessoa, “me desenrollo como una madeja multicolor”. Entre vuelta y vuelta, me he reconciliado con mi yo femenina y por ende con todas aquellas mujeres que me han acompañado en la madeja de mi vida. Me he perdonado y he perdonado. He echado afuera las culpas entre ovillos. Me he reconciliado conmigo misma y he reconocido una incapacidad para finalizar proyectos al no ser capaz de rematar con la aguja lanera mi proyecto. Ahora lo sé, porque tejer me ha abierto los sentidos a la percepción. Me cuesta rematar un proyecto lanero, y por tanto vital. Y ahora que lo sé, tengo que rematar, porque “vivir es hacer punto de media con una intención de los demás. Pero, al hacerlo, el pensamiento es libre, y todos los príncipes encantados pueden pasear por sus parques entre zambullida y zambullida de la aguja de marfil de pico al revés. Punto de ganchillo de las cosas… Intervalo… Nada…” (Pessoa, Libro del desasosiego)
Así que ¿Tejemos juntas?, es un camino a nuestro interior, es un camino de vida por recorrer y es un camino que entre vuelta y vuelta te depara sorpresas. ¿Tejemos juntas? Es la vida misma«
Su reflexión acerca de coser y rematar, es decir, de dar por terminado algo, es sin duda muy psicoanalítica. El Psicoanálisis es otra de las cosas que tenemos en común ella y yo, y es que analizar, asociar ideas y momentos de la vida cotidiana, puede revelarte grandes cuestiones. Y es que Gala, a través del proceso de tejer, de coser y rematar ha ciertas conclusiones, por eso el mundo tejeril no deja de maravillarme.
Gala escribe cada semana en su blog Galadevil, es un espacio personal y en el que habla de muchas cosas: desde los periodos de calma tensa, como de la mujer, de la vida slow o de la música, puedes conocer un poquito más de ella aquí.
¿Resumimos en pocas palabras cómo superar la pereza que da coser y rematar nuestros proyectos laneros?
- En vez de pensar que es una tarea pesada, piensa que es el colofón a tu proyecto, el momento de terminarlo, cuando ya no tienes que volver a deshacer, es la manera de terminar en lo que llevas trabajando tanto tiempo.
- Busca el momento, no lo hagas con prisas ni con nervios, procura tener luz suficiente para ver bien y disfruta de cada vez que pases la aguja entre un punto y otro.
- Para que la tarea sea más llevadera utiliza aguja lanera gruesa, de metal si puede ser, son más fáciles de manejar que las de plástico.
- Recuerda que es el paso final para por fin poder estrenar tu prenda o regalarla.
- Disfruta del proceso, puede ser tan entretenido como tejer.
¿Y tú?
¿Eres de las que siente pereza al tener que coser tu proyecto o disfrutas del momento como parte de la labor?
¿Tienes algún truco o consejo para aquellas personas que lo ven como algo pesado?
¡Te espero en los comentarios!

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Siempre tienes las fotos perfectas, las palabras adecuadas… Preciosa reflexión la de Gala 🙂
A mí rematar no me da ninguna pereza, me requete-encanta. Cada vez que acabo una labor y puedo empezar a pensar en cerrar y darle su forma… vamos, para mí es un momentazo!! De hecho, suelo dejarlo para una sesión tejeril diferente, para estar despierta y relajada, para hacerlo sin prisas… He sido una tejedora impaciente que cerraba sus prendas rápido y sin pensar, sin calcular bien, y el resultado molaba cero. Ahora estoy en una etapa zen con el hábito de tejer, dedicándole el tiempo a cada una de las etapas: decidir qué tejer, elegir el material, hacer la muestra, disfrutar de los comienzos, controlar el progreso… deshacer y volver a hacer siempre que es necesario… y rematar la prenda!! Vamos, disfrutar cada paso 🙂 La verdad es que he evolucionado mucho como tejedora desde que entré a formar parte del universo Pearl Knitter!!
Un abrazo, preciosas!!
¡Muchas gracias Isabel! Que de cosas bonitas nos dices 🙂 Me mola que te gusten las fotos y lo que contamos. La verdad es que el mérito de la reflexión fue a raíz de la conversación que inició Gala en el grupo, a partir de ahí pensé en como yo vivía el momento de coser y rematar, antes no me había percatado de las diferentes etapas, y viendo la reacción de las demás Knitaholics… ¡Hay para todos los gustos! En cualquier caso creo que la relación con la costura va evolucionando con el conocimiento tejeril.
Me alegra mucho que tú estés disfrutando de cada momento, y más aún de que hayas evolucionado junto a nosotras.
Un abrazo gigante!!!
Hola! Cuando yo aprendi a tejer la verdad era una angustia coser ya que no sabia como hacerlo con el estambre y casi siempre me quedaba feo pero «la practica hace al maestro» y con el tiempo me quedan mejor.
Ahora lo disfruto mas porque asi puedo empezar con una nueva labor 🙂
Me encanta tu blog
Saludos desde México D. F.
Hola Carolina! Tienes razón, no lo había visto desde ese punto de vista: coser y terminar tu labor es la excusa perfecta para ponerte con la siguiente! Así nunca paramos 🙂 Muchas gracias por compartirlo con todos y por tus palabras. Un abrazo grande 🙂
Pereza total!!! Lo que me gusta es tejer y perderme en las vueltas!!!
¡Anda Marta! Bueno… yo conseguí superar la pereza, y además es que coser me relaja. Pero ya lo sabemos: cada tejedora un mundo!!! Un abrazo!!
¡Qué bonito post Clara! No he podido leerlo hasta hora… sentada aquí entre mis agujas y mi último juego de patucos (sí, he tejido 6 pares! he aprendido a hacerlos bien hechos y estos al fin son para mi…) y me he dado cuenta de que todos los ha cosido y rematado mi madre, también me daba pereza pero ahora entiendo el significado y prometo que a partir de ahora los remataré yo… ¡Gracias de nuevo! Un beso muy fuerte… cuanto aprendemos al tejer! Jamás lo hubiese imaginado!
¡Hola Vanessa! Muchas gracias por compartir tu visión, me alegro mucho que ahora tengas otro punto de vista de coser y rematar, tienes toda la razón, y es que aprendemos mucho, y a veces sin saberlo. Me encantará ver esos patucos tejidos, cosidos y rematados por ti de principio a fin!!
Un abrazo gigante y mil gracias por tus palabras 🙂
Hola Clara!!! Qué artículo tan bonito!!!! La verdad es que muchas gracias por todo. El aprender a tejer ha sido todo un descubrimiento y me ha hecho darme cuenta de muchas cosas como ya dije en el testimonio. La verdad es que ha sido genial en todos los aspectos. Ya por fin rematé el patuco que me quedaba y me he hecho con el kit de patrones para seguir haciendo y rematando proyectos. Miles de besos y de saludos!!!!!
Gracias a ti Gala!!! Cuando alguien decide compartir con nosotras historias y puntos de vista tan personales y a la vez tan peculiares, es una alegría. Te das cuenta de que tu trabajo tiene recompensas y te regala cosas estupendas. Me alegra muchísimo que tus patucos ya estén listos y que además tengas pensado tejer mucho más proyectos. ¡Estamos encantada de que tejer contigo! Un abrazo gigante 🙂
Antes se lo llevaba a mi madre para que me terminara la labor, ahora ella es muy mayor y lo tengo que hacer yo, y aun me da mucha pereza. De hecho hay labores que las guardo en una caja que pone pendiente de terminar
Hola María del Carmen: pues anímate a terminarlas, al final seguro que te llevas una alegría! Creo a todas nos ha pasado igual, dándole las labores a las madres, pero una vez que cambias el chip, es gratificante! Ánimo y a por esas prendas sin terminar!!!
Me encantó participar en ese debate. Creo que es estupendo poder compartir nuestras inquietudes tejeriles y descubrir que hay gente a la que le pasa lo mismo. 🙂 🙂
La verdad es que sí Nisi, a mí también me sirvió bastante, y ayuda a ver las cosas de otra manera. ¡Fue genial compartirlo con todas! Por no hablar de lo que has compartido hoy… lo que me he reído 🙂 ¡Muchas gracias! Un abrazo grande!
Acabo de descubrirte gracias a «portal de labores». Me a encantado el post, cuanta razón tienes. A mi lo que me pasa es no me vale cualquier día para rematar mis labores, pero cuando lo hago es una satisfacción muy grande!!!
Yo aprendí con mi abuela, y sus amigas también iban a su casa a preguntarle dudas de sus labores, y yo siempre que podía, estaba con ellas; jejeje. Un saludo 🙂
Hola Natalia. ¡Bienvenida entonces! Sí, la verdad es que creo que quien ha tejido ha vivido experiencias similares. Y tienes razón, buscar el momento para coser y rematar es lo mejor, por la luz, por la comodidad, por el tiempo disponible… Pero siempre es estupendo terminar lo que se empieza! Me alegra verte por aquí. Un abrazo!
Agradezco infinitamente estas paginas pues hasta ahora llego al mundo del punto de media y en verdad es lo mas des-estresante que he podido aprender con la inexperiencia del aprendiz pero ahí voy no me he dejado y he tejido un hermoso cuello pero estoy al filo de la emoción de la labor terminada y la frustración de no saber como cerrarlo .Agradecería por favor me indicaras como hacerlo ,pues muero de emoción de verlo puesto..
Hola María Patricia, me alegra que hayas descubierto en el punto una actividad con la que poder relajarte. Sobre lo de cerrar depende de que punto hayas utilizado, no todos se cierran igual. Por otro lado para coser la labor, también depende, con algunos puntos es mejor hacerlo por el revés de la prenda, y con otros por el derecho. Siempre es importante dejar hebra suficiente al comenzar la labor para después utilizarla en la costura, y evitar hacer nudos o cambios de ovillo en el centro para evitar remates poco favorecedores. Seguro que con lo que investigues y la práctica sigues disfrutando y aprendiendo un montón. ¡Un abrazo!
Soy totalmente la super perezosa del remate, pero creo que me pasa lo que a tu prima, que empiezo los proyectos (no sólo laneros, sino de la vida) con mucho afán y motivación, pero no soy buena dando punto y final. Del mismo modo que el tejer me ha ayudado a cultivar la paciencia y aprender a controlar la ansiedad (ese gran binomio paciencia-ansiedad), lo que voy a hacer a partir de ahora es utilizar esa etapa de remate para hacer un poco de introspección y averiguar que «demoños» me pasa que me cuesta tanto finiquitar las cosas. Seguro que una vez más encuentro algo sorprendente entre mis agujas.
Hola Ixone, sí, la verdad es que lo de los remates y las costuras es un paralelismo con la vida total, y lo cierto es que tejer nos ayuda mucho a controlar la impaciencia, yo lo he agradecido muchísimo. Me alegra mucho saber que vas a ver los remates de otra manera, y que lo enfoques para sacarle partido. Por cierto… que me ha gustado la expresión «demoños» ¡Me ha encantado! 🙂 Y claro que sí, estoy segura de que tus agujas seguirán sorprendiéndote, son las extensiones de nuestra mente y nuestras manos, y nos ayudan a entender muchas cosas, no necesariamente sobre tejer. Muchas gracias por compartir tu visión con nosotras. Un abrazo bien grande.
Ea, pues puedes tomar la expresión prestada cuando gustes.