Parece mentira lo que puede llegar a motivar tener agujas nuevas. De pronto todo es como empezar de cero, con esa agradable sensación de los comienzos… Y no paro de darle vueltas a: si es por los colores que tienen, o si es porque es la primera vez que cuento con semejante arsenal que va desde el nº2.5 al nº20, o porque desde que llegaron a mí, a pesar de haber tenido más agujas anteriormente, a estos 17 pares de agujas, les he lanzado mi cordón umbilical imaginario y les he dicho: «Vosotras sois mis agujas y con vosotras voy a tejer mi camino«.
¿Sabes de qué sensación te hablo? Esa que te hace traspasar tus inquietudes o tus expectativas a un objeto inerte,y de una manera u otra parece cobrar vida para acompañarte y que construyas tu camino junto a él.
Y sí, sigo dándole vueltas a esa idea, y me repito una y otra vez que tiene que haber algo más en estas agujas a las que en menos de una semana les he cogido un apego brutal. Nada más llegar a casa las coloqué sobre una de las estanterías de mi estudio, todas ellas en un bote, luciendo y brillando, colocadas estratégicamente para verlas desde cualquier ángulo. 
Y del bote, sin pensármelo, pasaron todas y cada una de ellas a mi bolsa de proyectos, me iba el fin de semana al pueblo, y no se me pasó por la cabeza viajar sin ellas. Bien podría haber cogido 2 o 3 pares, pero no, los 17 pares se vinieron con mi equipaje.
Al llegar a casa de mi abuela Clara en el pueblo no aguanté ni 5 minutos sin enseñárselas, y de ahí a casa de mis tías abuelas, también vinieron mi madre y su hermana pequeña (mi tía Clara), y las agujas fueron pasando de unas a otras, y allí ya se formó la típica tertulia en la que todas hablamos a la vez, llegan las vecinas y se unen, y cada una muestra la labor que se trae entre manos, que siempre hay alguna.
Después de la algarabía propia de semejantes reuniones improvisadas, ya en la tranquilidad del hogar de mi abuela Clara, me dediqué a estrenar mis nuevas agujas con un proyecto que siempre se me resiste: «los patines» (conocidos como patucos). Allí pasamos la tarde tejiendo y deshaciendo porque aun no me salen, cuando los domine lo gritaré al mundo , y también contaré el motivo por el que en mi familia tejer patucos (patines) es tan especial.
Y aprendiendo de mi abuela, y mirando sus manos (que siempre me regaña si le hago fotos) pensé en las agujas, y pensé en ella, y en mis tías abuelas, y en mi madre, y en mi tía Clara, y en mi hermana, y en mis primas y en mí.
Y entonces entendí por qué estas agujas se han unido a mi mente y a mis manos para no separarse nunca, porque con ellas he decidido tejer mi camino, así de sencillo: ellas serán mis acompañantes y nos haremos inseparables. Y es que con tanta tejedora en mi familia, siendo la más mayor mi tía Julia con 96 años, y la más pequeña mi sobrina Elvira con año y medio (y que seguro que cogerá las agujas más tarde o más temprano), tengo todos los ejemplos del mundo para ver mujeres que han tejido y continúan tejiendo su camino, cada cuál con su propia historia, con sus problemas y sus soluciones.
Mujeres que han tejido su camino y que sin duda me van a ayudar a tejer el mío. Así pues la historia de mis agujas y yo está por escribir, juntas iremos tomando nuestras decisiones, desharemos nuestros errores, nos defenderemos ante los peligros… Y juntas tejeremos mi camino.
¿Y tú? ¿Tienes unas agujas con historia? ¿También sientes especial apego a determinadas cosas?
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Knit your way
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Las agujas son una pasada, doy fe!! Ligeras y fluidas… con ese clic clic clic suave y tan característico del punto…
Muy bonito el post, Clara!! Entrañable 100%
Abrazo de algodón!!
¡Gracias Isabel! Me da felicidad enorme que me digas que te gusta lo que escribo, es una alegría enorme, y eso siempre me dan ganas de escribir más y pensar qué más cosas compartir y que os molen. Y por supuesto me alegra que ya estés disfrutando de tus agujas PearlKnitteras, no habrá proyecto que se resiste y seré testigo de cómo tejes tu camino. ¡Yeah!
Abrazo enorme para ti and Knit your way, baby 😉
El apego que tenemos por ciertas cosas siempre tiene su razón/emoción de ser y esa preciosidad de agujas nuevas son un ejemplo. Desde luego que son para colocarlas bien visibles en cualquier lugar de la casa, además de utilizarlas, claro.
Me encanta lo bien que lo pasáis tejiendo en familia y que nos lo cuentes.
Un beso
Si que es verdad Isa, son bien bonitas y siempre te animan a tejer algo nuevo. Muchas gracias, nos encanta que haya personas como tú que disfruten con nuestras historias familiares y tejeriles, así da gusto!
Un abrazo grande y un beso 🙂
Me encantan tus historias, Clara. Cuentas las cosas de manera muy simpática, siempre consigues que termine de leer o ver tus fotos sonriendo. Saludos puntiagudos 😀
Muchas gracias Marga!!! Que buen piropo 🙂 La mar de feliz que me he puesto! Un abrazo gigante!
Hoy he conocido esta pagina, me ha encantado, pues desde muy pequena me inicie en esto del tejido por mi abuela, pero nunca me lo habia tomnado en serio, ya tengo bastante edad, el tiempo me alcanza y deseo reiniciarme, creo que con la ayuda de usted, lo podre hacer. Comenzando deseo hacerle una pregunta cuantos pares de agujas debo tener y de que numeracion? Muchisimas gracias por su ayuda, un abrazo y bendiciones
Hola Aida, muchas gracias por compartir tu experiencia con nosotras, nos alegra saber que has recuperado el interés por tejer y esperamos que encuentres útil los contenidos que compartimos en el blog. Con respecto a la duda, en realidad no hay una respuesta única, depende del gusto y práctica de cada tejedoras, las hay que tienen todas las numeraciones porque disfrutan tejiendo todo tipo de prendas y materiales, o aquellas que solo tejen con grosores por encima del nº 6 para lanas gruesas, o quienes disfrutan con los hilos finos y las agujas del 2,5 o 3,5.
En mi caso tengo para todos los gustos, desde el 2,5 al 20, porque me gusta investigar y tejer con diferentes ideas, de esa manera siempre tengo recursos. Pero también puedes ir adquiriendo poco a poco los grosores que necesites conforme vayas tejiendo tus proyectos. Depende.
Muchas gracias a ti y bienvenida. Abrazo.
Hola Clara ,mis agujas también tienen historia,son muy antiguas tienen unos ochenta años,no son tan ligeras como las de ahora pero con ellas mi madre nos tejía todo lo imaginable.Son mi mayor tesoro.Gracias por todo lo que nos aportas!