Cualquier Knitter que se precie, con el paso del tiempo va acumulando más herramientas para progresar y experimentar. Vamos a diferenciar entre dos tipos de accesorios: los de toda la vida y los más recientes, vamos a ver qué son y para qué sirven.
Ya sabes que casi sin darme cuenta, cuando escribo sobre tejer normalmente siempre llego a la misma conclusión: la manera en la que aprendemos y hacemos punto hoy, difiere notablemente de cómo tejen y «piensan» el punto las generaciones anteriores. Con el tema de los accesorios me ha vuelto a ocurrir, veamos cuáles son y a partir de ejemplos algunas de sus utilidades.
El imperdible de trayecto largo es una herramienta básica de Knitters de todos los tiempos. Hemos tejido 2 miniaturas para ejemplificar el uso de ambos tamaños. En el escote de pico utilizamos el imperdible para dejar en reposo una cantidad de puntos concreta para poder trabajar el escote, y recuperar más tarde el resto del delantero. El marcador cerrado lo utilizamos para señalar el punto en el que deben terminar los menguados.
En el escote redondo hemos utilizado 4 accesorios: el imperdible de trayecto corto que mantiene un nº de puntos menor en reposo (según lo que estés tejiendo el tamaño del imperdible será uno u otro, acorde siempre al nº de puntos y a tu propia comodidad); los marcadores cumplen 2 funciones, la primera como marcador de puntos, señalando donde terminan los menguados y sólo queden los puntos del hombro, y como marcador vueltas para señalar aquella en la que comienza el escote en ambas partes y contarlas mejor; el cuenta vueltas manual sirve para controlar el número total de vueltas que lleva tu proyecto, debes pasar la rosca cada vez que termines una vuelta.
La aguja auxiliar en «U» es la herramienta encargada de ayudarte a tejer ochos y trenzas, se utiliza combinándola con las 2 agujas e ir cruzando el trayecto tejido para entrelazarlo. En el caso del primer ejemplo los marcadores de argolla sirven para señalar el comienzo de las vueltas donde van los ochos o las trenzas, de manera que una vez que termines, el resultado sea igual en un lado y en otro.
Al tejer con agujas circulares los marcadores de argolla vienen muy bien para señalizar el comienzo de las vueltas, así como el cambio de punto. En esta muestra hemos utilizado Punto Liso y Punto Arroz Doble, por lo que necesitamos saber para el cambio de punto derecho-revés cuál es el primer punto de cada vuelta. Con la ayuda del marcador de argolla vamos indicando el primer punto de cada vuelta.
El metro de sastre es un accesorio casi vital, se debe utilizar para tomar tus propias medidas o las de la persona para la que vayas a tejer una prenda, para medir tus muestras o para tus prendas terminadas y registrar un patrón. Para medir el punto tejido lo ideal es hacerlo siempre sobre una superficie plana en horizontal.
Las agujas auxiliares pequeñas sirven para tejer motivos en relieve, pues son efectos que se consiguen trabajando un número menor de puntos, sirven para cambiar la dirección de algunos puntos. En este caso, para conseguir el rombo en relieve se hace siempre en las vueltas del derecho, cambiando el sentido de los puntos moviendo la aguja auxiliar hacia delante o hacia atrás.
Los capuchones sirven para guardar los puntos y evitar que se escapen los que has dejado en reposo mientras trabajas otras zonas de tu proyecto.
Las pomponeras son las herramientas para crear pompones de todos los tamaños, e incluso formas, te da muchas opciones para darle vidilla a tus gorros o cualquier prenda que te propongas, incluso para crear un montón de pompones de manera rápida y efectiva y utilizarlos como decoración, haciendo un móvil de pompones.
Cuando incluimos los accesorios en nuestra shop estaba entusiasmada, tantas cosas, de tantos colores, de tantas formas, tenerlas en mi poder me hacía sentir más segura a la hora de aprender todo tipo de técnicas. Me doy cuenta de que para mí, Knitter del Siglo XXI, los accesorios se me antojaban parte fundamental de mi ajuar tejeril, pero en el caso de mi madre y mi abuela, mis maestras, con prácticas diferentes, muchos de ellos les resultan innecesarios, pues están acostumbradas a tejer de otra manera.
Ninguna de las dos utilizará jamás un cuenta vueltas, para ellas siempre resultará más efectivo contarlas como toda la vida, les resulta un engorro tener que estar dándole a un botón o darle a la ruedecita, piensan que al final siempre tendrás que contar las vueltas de manera tradicional (por el revés de la labor) para asegurarte de que no has olvidado pulsar el botón.
¿Pomponeras? ¡Mi madre hace los pompones con las manos y unas tijeras! Ni siquiera utiliza un cartón. Cierto es, que es de los accesorios más útiles. Y los marcadores… bueno, digamos que ellas siempre tienen su intuición y su buen saber para crear proyectos sin necesidad de utilizarlos.
Otros accesorios como las agujas auxiliares, los imperdibles, el metro o los capuchones, son comunes a tejedoras de cualquier edad, es más, son herramientas poderosas que te permiten crear todo tipo de detalles.
Como conclusión creo que las diferencias generacionales a la hora de tejer son evidentes en muchos aspectos, nuestra «manera de pensar el punto» es distinta, marcada sin duda por la manera de aprender de cada una, por el tiempo en el que vivimos y por el fin con el que tejemos, y eso, lejos de parecerme mal, hace que toda esta aventura tejeril siga sorprendiéndome, y siga incitándome a averiguar como funcionamos.
¿Y tú? ¿Utilizas muchos accesorios? ¿Quieres tener todo tipo de elementos en tu haber? ¿Crees como yo que la manera en la que aprendemos hoy nos crea ciertas necesidades que antes no existían?
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De nuevo un post muy didáctico, Pearlknitteras 🙂 Estoy deseando aprender otras técnicas y hacer ochos y trenzas, aunque para ello aún me veo muy verde, la verdad, pero todo se andará!!
Las herramientas básicas y fundamentales para mí: el metro de sastre, por supuesto! y los capuchones de agujas, que permiten llevar la labor de aquí para allá sin miedo al desastre…
El cuentavueltas me parece un accesorio estupendo para cuando se está aprendiendo, para los inicios, que de todas maneras está una tiesa, haciendo el punto requeteapretado y darle al botón es una motivación en plan ¡una vuelta más! Cuando ya se siente una más relajada y la labor fluye mejor por las agujas, sigue siendo una ayuda, pues ya se puede ir comparando el resultado del cuentavueltas con el que da al contar de forma tradicional por el revés de la prenda. Y la tercera fase, en la que más o menos me encuentro, creo, ya no es necesario, porque he aprendido a contar sobre la labor y ya no lo necesito 🙂 (Pero mi cuentavueltas no quedará en el fondo de mi rincón de labores, no! es un entretenimiento ideal para mi hijo de cuatro años, que practica los números, ¡viva el reciclaje! y también le vendrá bien cuando empiece a aprender).
Y la pomponera!! bueno, recuerdo haber hecho pompones en la escuela con ayuda de un cartón… pero lo bien que quedan con la pomponera y lo fácil y rápido que es… En fin, todo depende del grado de DIY al que quieras llegar, no? A mí me mola 🙂 pero igualmente enseñaré a mis mocosos a hacerlos a lo rústico 😉
Y sí, pienso igual que vosotras, que las cosas del tejer se aprenden y se entienden ahora de otra manera. Ahora son puro ocio, zen y relax. Antes era una asignatura más en la escuela femenina, y por lo que sé de las historias de mi abuela y mis tías-abuelas, la maestra daba bofetones a la que se le salía un punto (o similar, que lo mismo ya exagero, pero vamos, que no se debe aprender igual de relajada que sin la amenaza de bofetón). Ahora es un momento para pararte y dejar a un lado el estrés que inevitablemente tenemos todos en nuestra vida cotidiana, disfrutar de tus manos y tu mente y los algodones y las lanas tan chulos que hay, en fin… Los accesorios nos hacen la vida más fácil, como casi siempre, y si encima son chulos… 🙂 La caña!
Abrazo doble!!
Hola Isabel. Me encanta la idea de reciclar el cuenta-vueltas para las criaturas y le den uso para el tema de aprender los números, y si el día de mañana ya lo utiliza para tejer, pues mejor que mejor. También pienso que ese dar a la rosca, o apretar el botón es una mini-recompensa de la tejedora principiante, llegando a la meta propuesta, aunque es cierto que la mayor alegría te la llevas cuando ya sabes contar las vueltas como toda la vida. A mi me gustan los accesorios, sin duda, pero también confieso que lo que me gustaría es llegar a ser una Tejedora Intuitiva, aún ando investigando si eso lo tienes que llevar en la sangre (que entonces yo debería tener todas las papeletas, ¡como tú!) o si se aprende y se adquiere con el tiempo…
Los capuchones de aguja los recuerdo desde pequeña, es cierto que los accesorios tejeriles sirven como buenos juguetes, para mi era un tirachinas 😉
Habrá que seguir investigando, y encontrando los mejores caminos para aprender el punto y todos sus secretos, encontrando el equilibrio entre las maneras de pensar el punto ayer y hoy.
¡Muchas gracias por compartir tu experiencia! Nos encanta tu facilidad para darle vida a los accesorios más allá del ámbito tejeril.
Abrazo grande 🙂
por favor como puedo adquirir estas bellezas para tejer con mayor comodidad.