Cuando comienzas a tirar del hilo no sabes dónde vas a llegar, es la curiosidad la que te guía. Hace tiempo yo tiré de un hilo concreto de Pearl Knitter, y al tirar desemboqué en una serie de historias relacionadas con tejer, cuidarse, un libro y la cárcel. ¿Cómo casa todo esto en un mismo lugar? Lo vemos en este post, cual madeja enmarañada que te dispones a ovillar, solo tienes que tirar del hilo…
Tener un blog es una ventana al mundo, y a veces es como La Ventana Indiscreta de Hitchcock, es decir, como en la escena en la que los espectadores vemos a James Stewart mirar por la ventana, y a la vez él es visto por el asesino; salvo que en un blog no hay asesinos ni ventanas, lo que tenemos son referencias de enlaces y sabemos cuando nos citan en otra web. Vemos la referencia en nuestras estadísticas, pulsamos y vemos quien ha hablado de nosotras.
Nuestro blog empezó a recibir visitas desde una página que me llamó la atención «Cuidar Bien«, en principio no lo relacioné con nuestro trabajo y no entré, pero como las visitas no paraban de llegar, tiré del hilo, y mi sorpresa fue llegar a la web de la Fundación Sanitas – Cuidar Bien, dedicada especialmente a los cuidadores de enfermos de Alzheimer. Una web llena de consejos, recomendaciones e información para aquellas personas que cuidan de otras.
¿Qué me llamó la atención?
- En primer lugar caí en la importancia de «mimar» a quienes se dedican a cuidar, en la mayoría de los casos una enfermedad como ésta suele acaparar toda la atención en el enfermo, y el cuidador, figura fundamental, pasa a un 2º plano.
- El artículo versa sobre los beneficios de tejer a mano cuando estás sometido a situaciones de estrés; los cuidadores de enfermos, en muchas ocasiones familiares, deben sacar el tiempo de debajo de las piedras y empezar a hacer malabarismos para conciliar su vida cotidiana con los nuevos retos que supone esta situación, también los profesionales del sector acumulan estrés a pesar de estar preparados para desempeñar su trabajo.
- Incluye 2 referencias interesantes: un libro y un proyecto liderado por 2 tejedoras, ahora las veremos.
Puedes ver el artículo completo pinchando aquí
Este artículo me removió por dentro, descubrir que nuestro trabajo puede contribuir a ayudar a otras personas no puede más que provocar un cúmulo de sensaciones: alegría, agradecimiento, confianza, seguridad, esperanza… Sí, sé que son palabras de esas que de tanto repetir parecen haber perdido su verdadero significado, pero cuando las vives en tu piel, sabes que contribuir con tu trabajo a algo positivo es de las cosas más bonitas que pueden pasarte.
No saber no es una excusa. En el blog Pearlknitter, “la web para tejer más y mejor”, te enseñan cómo utilizar las agujas desde el principio. No hace falta que tengas nociones previas, mediante sencillos vídeos y post muy fáciles de seguir aprender resulta fácil y entretenido.
Artículo Tricotando un chaleco a tu estrés. Fundación Sanitas – Cuidar Bien.
Pero además de sentir una alegría infinita por encontrar una referencia de nuestro blog en este contexto, el artículo me ha llevado a conocer 2 proyectos interesantes.
Link a la web del autor aquí.
Matthew B. Crawford, es mecánico y autor del libro Shop Class as Soulcraft: An Inquiry into the Value of Work (podemos resumir el título en «Un taller para el alma»). A partir de su propia experiencia, escribe sobre la importancia del trabajo manual, y como actualmente la mente y las manos van por separado, sin tener en cuenta que el trabajo conjunto de ambas es la clave para un crecimiento personal, y también de la sociedad, considerable.
Me recuerda a cuando empecé a tejer y tomé conciencia del poder de unir mis manos a mi mente, antes mis manos no servían más que para peinarme, y yo misma las consideraba torpes y sin valor, sin darme cuenta que en parte eso hacía referencia al concepto que tenía de mi misma, es decir, que se relaciona directamente con la autoestima. Puedes ver en nuestro About como hablo del tema al final de mi presentación.
La segunda referencia en el artículo me ha llevado a conocer el trabajo de Lynn Zwerling y Sheila Rovelstad, 2 tejedoras de Maryland (U.S.A) que pusieron en marcha en 2012 el Proyecto Knitting behind bars en el que una vez por semana se reunían con presos en una cárcel de Baltimore para enseñarles a tejer.
Este proyecto es sumamente especial, más abajo tienes la referencia de un vídeo en el que puedes ver a las autoras y los protagonistas hablando sobre la enseñanza tejeril. Imágenes que recuerdan a la serie de The Wire, y que presentan otro lado de los presos y cómo tejer puede ayudar en situaciones de estrés límite.
Lynn Zwerling
Investigando sobre el tema llegué a una entrevista que le hicieron a Lynn en el programa Programa «Tell me more» de NPR News (puedes verla aquí transcrita al completo), y me llamó la atención su visión sobre los beneficios de tejer a mano:
We feel that knitting provides everything you need to do, everything you should have learned in kindergarten. It teaches you how to focus. It teaches you how to make a task and meet that goal. It teaches you how to control your anger. And we felt that all of these skills are life skills, are job skills. These are skills that, quite possibly, many people in our society are lacking.
Programa «Tell me more» de NPR News
Viene a decir que tejer te proporciona un conocimiento útil para vivir mejor: te ayuda a enfocarte, a proponerte un reto y cumplirlo, y a controlar la ira, esta última idea está asociada directamente al trabajo en la cárcel.
Imagen extraída del vídeo Bus52: Knitting behinds bars
Este es el vídeo en el que puedes ver un resumen de cómo se desarrolla el proyecto en la cárcel. Puedes activar los subtítulos en la ruedecita de herramientas.
Resumiendo: tirar del hilo te lleva a descubrir un montón de cosas que pueden inspirarte, alegrarte, motivarte, sorprenderte… Y a raíz de un enlace he escrito este post, uno de los que considero especiales por diferentes motivos:
- Nuestro trabajo puede ayudar a otras personas de manera positiva.
- Tomar conciencia de la importancia de los cuidadores en nuestra sociedad, tanto los profesionales como los familiares que dedican horas de su tiempo por conseguir hacer la vida más fácil al que no puede valerse por sí mismo. Quizás entre quienes lean este post haya alguien en esa situación.
- No dejar de valorar los beneficios de la unión de nuestras manos y nuestra mente, de lo que podemos enseñar y de lo que podemos aprender.
- Descubrir proyectos tan cautivadores como el de las dos tejedoras norteamericanas, Knitting Behind Bars.
¿Conocer todo esto no te ha inyectado unas ganas tremendas de tejer?
¿De perfeccionar lo que sabes?
¿De aprender nuevas técnicas?
¿De ayudar a otros?
Te espero en los comentarios, como siempre, me encantará saber tu opinión sobre este tema: si has vivido una situación similar, si tienes una historia que compartir sobre cómo has vivido los beneficios de tejer en tu propia piel…
Porque estoy segura de que no solo me ayudas a mí, sino que tus palabras pueden ser el aliento para otras personas.
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Hola Clara,
Me ha encantado el Post de hoy.
Un abrazo grande,
Cris,
¡Hola Cristina! Que bien, me alegra mucho saber que este tipo de contenido también se disfruta. Un alegría compartirlo contigo y con todos.
Abrazo grande y muchas gracias.
Como siempre me ha encantando el post de este viernes. Enhorabuena Clara.
Un abrazo
Hola Beatrizui: ¡Muchas gracias! Me alegra un montón saber que te ha gustado. Otro abrazo grande para ti 🙂
Quiero aprender a tejer bien. Me gusta mucho, me entretiene pero no tengo idea para comenzar y no tengo a quien preguntarle. Quiero hacer los zapatitos de lana. Como hacerlos?
Un muy buen artículo!
Empecé a tejer para tener ocupada mi cabeza, por problemas de salud.
Os encontré a vosotras, y seguís ayudándome…!
Mientras tejo y participo en vuestros grupos en las redes sociales, me evado del dolor, ocupo mi cabeza con pensamientos creativos, me hago esforzarme, por muchas veces que me equivoque…
Sois una terapia estupenda!!!
Hola Olga, muchas gracias por compartir tu experiencia con nosotras, la verdad es que siempre vemos tu buen hacer en los grupos, eres una tejedora comprometida y siempre-siempre-siempre dispuesta a aprender. Es una alegría encontrarnos con personas como tú.
Me alegra enormemente saber que nuestros proyectos te han ayudado y que tú también ves que tejer tiene multitud de connotaciones positivas en nuestro día a día, en los momentos buenos y también en los malos.
A seguir así de bien y disfrutando tanto.
Abrazo grande.
Clara, muchas gracias, este post me ha encantado!
Hola Loriana: gracias a ti 🙂 Me alegra mucho saber que te ha gustado y que ha podido ayudarte en algo. Un abrazo grande!
Hola Clara,
¡Qué post tan especial! Muchas gracias por compartirlo con nosotras. Es muy bonito y me encanta que unan vuestro trabajo a proyectos como el de Sanitas, porque encaja a la perfección con vuestra manera de afrontar los proyectos tejeriles. Para mí tejer es también mi terapia antiestrés y me sirve para recordar que equivocarse es normal y se aprende más de los errores.
Un abrazo,
Lucía
Hola Lucía: ay! Muchas gracias, nosotras nos quedamos sorprendidas y después nos invadió una alegría muy grande. Así que muy contentas de poder aportar nuestro granito de arena. Muchas gracias también por compartir tu experiencia tejeril con todos, la verdad es que la enseñanza que has compartido es una de las que yo también más resalto en mi propia trayectoria. Nada como tejer para asimilar que no siempre hay que hacerlo todo perfecto, y que equivocándonos no sólo cultivamos la paciencia al deshacer y volver a tejer, también vemos que es la mejor manera de aprender. Un abrazo bien grande y doble!!!
Hola Clara, he venido leyendo tus palabras ya desde hace un rato, déjame decirte que me gusta pues tiene una particular forma de ver la tarea tejeril, que no he encontrado en un otro lado. Te felicito por rescatar esta actividad, que para mí es maravillosa y me llena de alegría orgullo poder decir, este sueter chueco o derecho (como decía mi madre) lo hice yo!
Hola Claudia: muchas gracias por tus palabras, me alegra mucho que conectemos en esta visión del mundo tejeril. También comparto contigo que disfrutar de lo que una misma teje y luce es uno de los placeres tejeriles más molones… Lo mire por donde lo mire yo solo le encuentro ventajas!!! Un abrazo grande y a seguir pasándolo pipa.
Hola Clara, que buen artículo! En mi caso enseño tejido en Buenos Aires con la intención que las alumnas (que por ahora son todas mujeres) sepas hacer algo con sus manos. La mitad de ellas nunca hicieron nada manual, y empezaron a descubrir sus habilidades. Todas son mujeres trabajadoras, así que el tiempo que dedican al tejido es un tiempo que debieron anexar a sus rutinas. Esa experiencia nos ha llevado a colaborar con Mantas Solidarias, que en Buenos Aires reune cuadrados de 25×25, hace mantas, y las dona a quienes los necesitan. Cuando existe alguna urgencia climática, hacen un «llamado a la acción» y hacemos maratón de costura de cuadrados para terminar la mantas. Mucha mujeres que tejen, prefieren tejer para otros, y ellas son las buenas voluntarias de mantas solidarias. Me encanta el proyecto de la cárcel, del cual ya había leído porque debieron conseguir un permiso para poder usar agujas con los internos. Qué bueno saber que este tipo de hobbies crece, y que las tareas manuales se ponen de moda, porque también pueden ser una herramienta de trabajo. Gracias Clara.
Hola Bicha, que alegría verte por aquí. Muchas gracias por compartir tu experiencia y la de tus alumnas con nosotras, que proyecto tan bonito y que alegría conocer más y más historias de cómo tejer ayuda de tantas maneras. El proyecto de la cárcel se llevó a cabo hace algunos años, y en el enlace que he compartido del podcast de la entrevista les preguntan precisamente por el tema de las agujas y que estén consideradas como un peligro… Está claro que tejer tiene muchas ventajas y seguro que alguna nos queda por descubrir, es muy bonita estar tanto del lado del que enseña como del que aprende, porque al final, sea como sea, siempre es un intercambio y ambas partes reciben algo positivo. Un abrazo grande y a seguir disfrutando de todo esto 🙂 ¡Gracias a ti!
Gracias, Clara, por este post tan interesante. Me sorprendió el programa que están llevando al cabo en la cárcel. Pensándolo bien, las cosas que se aprenden tejiendo vienen bien no sólo a los presos sino a todos nosotros. Aprender la paciencia, perseverancia y concentración suena a lo que pretende conseguir la meditación pero parece mucho más accesible para los que, como yo, no soportan quedarse con maños cruzadas ni un minuto.
Creo que también sería una terapia estupenda para muchos niños que sufren de la falta de atención, dificultad para concentrarse y en general se frustran muy rápido.
Hola María, sí, el proyecto de la cárcel hace que pensemos en tejer más allá de nuestros salones, clases, o tardes en el parque. Como cualquier otro arte y práctica requiere de disciplina y de constancia. Yo lo he dicho muchas veces, no sólo me quedo con el resultado final de lo que tejo, es que disfruto cada minuto del proceso, me gusta exprimirlo y darme cuenta de que cada punto, cada vuelta, cada error o cada acierto o descubrimiento me ayuda en otras facetas de la vida. Me gusta mucho tu referencia a la meditación, en ambos casos es cuestión de llegar a una meta, a mí por ejemplo cuando empecé a tejer me podían los nervios, la impaciencia, el no hacerlo todo perfecto… Han sido años no sólo de acumular mucho conocimiento técnico, también de conocerme a mí misma y quererme un poquito más tal y como soy. También estoy contigo en que es una actividad maravillosa para practicar desde pequeños, en el caso de mi abuela y sus hermanas aprendieron a tejer en la escuela, mi madre en casa muy pequeñita, y afortunadamente creo que cada vez se practica más desde la infancia. Ahora, cuando termine algunas tareas mi Amor me ha dicho que le enseñe a tejer… ¡Me ha parecido un plan estupendo para este sábado! Un abrazo grande y muchas gracias por compartir tu visión con nosotras.
Francamente no sé que decir, este post me ha encantado. Gracias
Hola Mariló, muchas gracias, me alegra infinito que te haya gustado o inspirado, es una alegría saber que estos contenidos nos llegan de manera especial. Un abrazo grande!
Hola Clara,me encanto el post de hoy,abrazo
Hola Mariana, me alegro muchísimo de que te haya gustado, es una alegría poder compartir este tipo de referencias con vosotras. Un abrazo grande!
Desde aquella vez que mi madre para entretenerme me puso dos clavos muy largos en las manos ( ideas suyas) y un ovillo de lana y me enseño a montar puntos y a hacer y desahacer cual Penélope una tira de puntos , no he dejado de usar mis manos, ya sea para pintar, manualidades, ganchillo, costura, (ay me encanta)o hacer punto…. no se cuál de todos me gusta más. Gracias a ello cuando me quedé en el paro ello me ayudó a no caer en depresión y seguir adelante, creo que es zen y algo muy profundo que todavía no nos podemos llegar a imaginar que calma nos da y como se transmite a los demás.
Hola Guadalupe, muchas gracias por compartir con nosotras tu historia. Es genial saber cómo hemos empezado a tejer o cualquier otra actividad, es un recuerdo al que siempre se le guarda especial cariño, y que muchas veces es recurrente para recuperar las ganas y las sensaciones positivas de lo que nos ha dado con el paso del tiempo. Estoy de acuerdo contigo en que el punto ayuda de mil maneras, y tu ejemplo es una muestra de ello. Comparto además tu visión sobre que tejer es más de lo que se cree, es una alegría saber que a día de hoy y desde hace tiempo tejer es un valor al alza. Un abrazo grande y muchas gracias!!