Unos meses antes de comenzar a tejer conocí el trabajo de Judith Scott, sus obras, enmarcadas dentro del Arte Outsider, están hechas a partir de la acumulación de objetos, envueltos con lana, hilo o cuerdas. Su manera de trabajar y su proceso creativo son para mí un misterio; guiada por una fuerza casi magnética me vi arrastrada a saber más de ella y sus peculiares obras de arte.
Judith Scott (Ohio, 1943 – 2005) es un exponente del arte Outsider, sus obras tienen reconocimiento mundial y lo que más me llamó la atención al saber de su trabajo, además de su historia personal, es el procedimiento para crear sus obras, a pesar de que el resultado es totalmente distinto a tejer un jersey, no puedo evitar encontrar similitudes.
Judith tenía una hermana gemela, Joyce, los primeros años de vida lo pasaron juntas, pero cuando tenían 6 años sus padres decidieron que Judith fuera internada en un centro, ella tenía síndrome de down y en los años 60 no era tan extraño que esto sucediera. Las hermanas estuvieron separadas durante años, y hablar de Judith en casa era un tema tabú.
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Joyce a los 42 años, tras una experiencia budista pensó en recuperar la custodia de su hermana, ella era una persona muy creativa y pensó que su hermana también podía serlo. El reencuentro fraternal fue el inicio de la trayectoria artística de Judith, gracias a su hermana formó parte del centro Creative Growth Art Center, en el que personas con enfermedades mentales dan rienda suelta a su creatividad.
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El trabajo de Judith fue evolucionando con el tiempo, parece que mientras más seguridad iba tomando en lo que hacía, de mayor tamaño eran sus piezas.
Judith acumulaba todo tipo de objetos que tuviera a su alrededor: zapatos, picaportes, bobinas… Después los envolvía cuidadosamente con lana o hilo.
La manera de trabajar de Judith, concentrada, repetitiva, minuciosa y detallista, me recuerda al estado de zen que muchas tejedoras pueden alcanzar tejiendo, incluso cuando es interrumpida en su proceso creativo se la podía ver molesta (¿a quién no le ha pasado que al estar contando o trabajando tal punto o tal otro nos perturba cualquier interrupción?).
Aunque bien es cierto que no podemos comparar el proceso de construcción tejeril con el de la creación de sus obras, en las que no se sigue un esquema o un patrón, cuando sabes que su trabajo era totalmente autónomo, sin guías e independiente, pienso en cuantas tejedoras disfrutan modificando un patrón, cambiándolo completamente o creando de la nada.
El hecho de envolver sus piezas y crear una unidad, quienes han investigado sobre su obra y extraído conclusiones, piensan que puede estar relacionado con el acto de cuidar, de proteger, y eso es similar a lo que hacemos cuando tejemos para nosotras mismas o un ser querido.
Para conocer la historia de Judith Scott y su obra puedes ver el documental ¿Qué tienes debajo del Sombrero?, 100% recomendable, perfecto para una tarde tejeril y acercarnos al mundo de los hilos y las lanas desde otra perspectiva completamente diferente, pero no por ello menos enriquecedora.
Puedes verl el trailer aquí.
El documental, del que puedes ver el trailer en el siguiente enlace ¿Qué tienes debajo del sombrero? (Lola Barrera e Iñaki Peñafiel, 2006) no te dejará indiferente, además del protagonismo de Judith Scott, podrás encontrar otros artistas outsiders con obras y procedimientos creativos espectaculares (puedes encontrarlo por la red para verlo completo).
¿Y tú? ¿Conocías a esta artista?
¿No encuentras interesante su relación con el hilo o lana?
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¡Qué buena historia! Me apunto el documental, que tiene muy buena pinta, mil gracias, Clara!
Me recuerda muchísimo la situación de mi abuela: tiene alzheimer y los terapeutas nos dijeron que en casa hiciéramos con ella «terapia» mediante técnicas manuales, pintura, tejido, lo que fuera… El punto y el ganchillo se le hacía muy complicado, pero se ha convertido en la reina del telar circular, que no había usado en su vida; y es tanta la atención que pone, la tranquilidad que tiene y tan poquísimos los errores que comete, que cuando la ves inclinada sobre la lana parece que hubiera retrocedido treinta años…
Hola Sara: muchísimas gracias por compartir con todos tu historia, gracias a ello vemos que el ejemplo de tu abuela es uno más que se suma al poder que tienen determinadas prácticas para mejorar y vivir de manera tranquila, cuando la salud o algún problema se cruza en nuestras vidas. Es muy importante dar visibilidad a esto. Mil gracias por compartirlo, te deseamos a ti y a tu abuela lo mejor, y que sigáis disfrutando de esos momentos juntas. Está claro que el hilo y la lana, en cualquiera de sus versiones tiene algo de mágico. Un abrazo bien grande.
¡Qué bonita historia, Clara! Muchas gracias por compartirla. Un abrazo grande 😉
Hola Cristina, me alegra que te haya gustado, espero a que me cuentes sobre el documental si lo ves. Un abrazo bien grande!
Enternecedora historia! Gracias por compartirla. Sin duda echaré un vistazo al documental.
La mente humana es increíble!
Hola Marta, sí es cierto, es una historia fascinante, si ves el documental verás más detalles, y realmente impresiona. Un abrazo grande y muchas gracias!
Wow! ¡Qué bueno!
No conocía a esta artista y su historia me ha encantado. Me apunto el docu para este finde ¡Gracias por la recomendación!
Hola Verónica, que bien, me alegra mucho que te haya gustado, ya verás cuando veas el documental, te va a conquistar del todo. Muchas gracias a ti! Abrazo.
Alguna vez oí algo sobre el trabajo de esta artista pero no conocía su historia. Te deja abrumada por la cantidad de emociones que remueve… Esa manera de expresar su mundo interno para comunicarse es sobrecogedora porque está en estado puro y así se recibe. Un ser humano elaborando meticulosamente su propia identidad y viviendo a través de su propia obra… Ufff, y que luego digan que el arte no es algo de primera necesidad.
Gracias Clara por abrirnos estas ventanas tan exquisitas. Ya sabes cuanto me gusta esta parte extra del blog, que es un regalo adicional con el que creo tú también disfrutas mucho.
Un besazo, cielo y que pases un finde buenísimo
Hola Isa, me he acordado de ti escribiéndolo, porque sé de tu sensibilidad artística, y me ha encantado tu comentario porque no podías haber descrito mejor las sensaciones que da conocer el trabajo de Judith Scott, el documental es estupendo, desde la primera vez que lo vi he repetido un montón de veces, no me canso de verlo y de aprender de ese estado puro, es realmente una maravilla, y la construcción de la identidad un tema apasionante. Efectivamente es una parte del blog con la que disfruto mucho, en pequeñas dosis voy compartiendo otra parte de mí, que aunque no relacionada al 100% con la técnica tejeril, creo que sí que puede ser enriquecedora, al final todos vamos sumando de aquí y de allá y lo trasladamos a nuestra manera de trabajar o ver el mundo. Un abrazo enorme, es un placer leerte, buen finde para ti también. ¡Mil gracias!
Qué historia tan reveladora, no la conocía. Creo que puede ayudar a derribar algunos prejuicios que aún existen. No hay nada que iguale más a las personas que el arte, donde no hay reglas, tan sólo las que uno quiera seguir, y donde lo que cuenta es lo que se experimenta en el proceso creativo (terapéutico casi siempre) y lo que se transmite. Me encanta que la casualidad me pusiera en el camino el que considero mucho más que un blog sobre la actividad de tejer 🙂
Hola Hadashana, no puedo estar más de acuerdo con tu comentario, y con que bonitas palabras has expresado lo que piensas. Me alegra mucho compartir contigo estos post y saber que te resultan igualmente inspiradores que a mí, es genial saber que podemos aprender de todas partes, y que aunque cuando estemos tejiendo quizás la cabeza está más en cuestiones técnicas, a veces viene genial ver las cosas desde otro punto de vista. Muchas gracias por tus palabras y por aportar tanto en los comentarios. Un abrazo enorme!!!
Guau, Clara! Qué llorera me he pegado con este post! Eso de que internaran a una de las gemelas por tener síndrome de down me ha dejado afectada. Para que luego digan que todo tiempo pasado fue mejor, pues no! Algo así no pasaría hoy día.
En fin, que tengo ganas de ver el documental (preparada eso sí con mi buen paquete de pañuelos) y disfrutar de la obra de J. Scott y de la parte más bella de su historia.
Esta sección me está encantando. Me tiene enganchada desde el primer post 🙂
Un abrazo y muchas gracias por compartir!
Hola Isabel, pues mira, sí, tienes razón, hay muchos ejemplos por ahí que pueden tirar por tierra esa expresión. No te preocupes, seguro que cuando lo veas disfrutas y te quedas con lo positivo de la historia de Judith Scott, ya me contarás que te parece, yo no me canso de verlo. Muchas gracias por tus palabras, me alegra mucho que te guste esta sección. Un abrazo bien grande!!
Bonita historia, todas la personas diferentes siempre nos enseñan posibilidades para desarrollar nuestra capacidad de crear, muchas veces nos encontramos demasiado enfrascados en situaciones que nos absorben sin ver lo que la vida nos ofrece para seguir adelante. besos, gracias
Hola Maido, bonita reflexión, y muy real, estoy de acuerdo contigo, nada mejor que pararse de vez en cuando para seguir haciendo nuestro camino con paso firme. Un abrazo y gracias a ti por compartir tu visión.
Hola, Clara! Yo no conocía a ésta artista y la verdad es que me ha encantado. Me gustan mucho los trabajos que giran en torno al concepto de “envolver”, de ocultar… no me preguntes porque pero tengo obsesión con la etimología de verdad en griego, “aletheia”, aquello que se revela, que se desoculta, que se hace visible… y, de algún modo, todo lo que supone todo lo contrario también me interesa y me cautiva. Además, el proceso repetitivo, como un mantra, que supone envolver en capas, una cosa, me parece muy intenresante. Durante mucho tiempo estuve investigando el arte de las personas con enfermedades mentales, también el arte outsider… pero poco a poco, fui perdiendo el interés, no sé bien porque… pero, me gusta mucho reencontrarme con éstas cosas. La verdad, es que va a ser guay ésta sección. ^___^ Mola un montón que nos descubras éste tipo de cosas…
Hola Soraya, me alegra mucho que te haya conquistado Judith Scott, lo cierto es que su obra e historia es arrebatadora. Estoy de acuerdo en que el concepto «envolver» tiene algo de mágico, y que causa atracción, me ha gustado mucho tu reflexión acerca de esta «obsesión» y tu trabajo. El Arte Outsider es para mí sumamente interesante, fue en la facultad cuando empecé a sentir interés por él, y a día de hoy sigue estando ahí, sorprendiéndome y haciéndome pensar mucho. Me alegra mucho que a partir del post se hayan avivado tus recuerdos. Muchas gracias por tus palabras, como ya hemos hablado en alguna ocasión hablar de estos temas nos gusta, y aunque no sean 100% materia tejeril nos hacen crecer en ese aspecto de alguna manera. Un abrazo bien grande!!