Hace un par de semanas estuvimos en el pueblo, fuimos a ver a mi abuela Clara, ella tiene 90 estupendos años y está como una flor. Además tiene la bendita costumbre de no tirar nada. Ese domingo por la tarde, mi madre y yo le agradecimos que durante años haya guardado un montón de revistas de la antigua etapa tejeril de mi madre. Hemos disfrutado muchísimo viendo las revistas especializadas de los 80, y hemos encontrado verdaderos tesoros. Si quieres saber cómo eran las revistas hace 30 años, aquí te lo cuento.
Todas las revistas ochenteras tienen el estilo de esa década: pelos cardados, colores chillones, hombreras desmesuradas. Y como dice mi hermana, leerlas es como si el espíritu de Melanie Griffith en «Armas de Mujer» te poseyera. Yo soy muy fan de los 80, y eso que nací en 1981 y no he podido vivir nada de esa década como adolescente o adulta, pero el Hard Rock, los vídeo-clips, las melenas, las mallas, el maquillaje… ¡Todo me fascina!
Estas revistas tienen el encanto añadido de no utilizar Photoshop, las modelos son mujeres tan reales como yo, pero con 200 kilos de laca encima, e incluso encontramos imágenes en las que a la modelo no se le ha disimulado el vello de la axila y seguro que nadie ponía el grito en el cielo por eso.
Lo que menos podía esperarme al coger una de las revistas era encontrarme una referencia a la Posmodernidad, como Historiadora del Arte estoy acostumbrada a asociarla directamente al Arte, la Arquitectura y el Pensamiento. El nº de invierno 1985-86 de la revista Lauria, es toda una declaración de principios desde la misma imagen de portada, que parece un replicante de Blade Runner, hasta el texto editorial que cito a continuación:
«Posmodernidad. Así es como viene designándose este movimiento que gira en torno a un conjunto muy diverso de actividades y cuya principal característica es tal vez la de no constituir propiamente un movimiento perfectamente organizado en sus principios sino más bien todo lo contrario: aglutina en su seno un abanico sumamente amplio de personajes y actitudes. Actividades diversas que van desde la revitalización del cómic como expresión gráfica inmediata de todo lo urbano hasta el encuentro de nuevos espacios para el arte de la pintura y la escultura (saliendo del ámbito privado del artista para acceder al espacio público de las grandes ciudades, remodelando su imagen y sus contornos), pasando por el espectro musical de las nuevas bandas que descubren en los sonidos metálicos los sonidos propios de la urbe en plena fiebre productora, dotando así a la actividad artística de nuevos instrumentos de trabajo entresacados de la misma vida cotidiana.
Se trata de una transgresión del límite geométrico que imponen los objetos cotidianos dándoles una nueva forma, redescubriendo una nueva realidad bajo el prisma de una nueva estética. Formas y diseños agresivos como respuesta a la agresión impuesta por el objeto-acabado, objeto-de-un-solo-uso, objeto-pre-fabricado. Decididos a inventar otras perspectivas, otras funciones y otras reglamentaciones en el marco no de la negación de los que nos rodea sino de su integración en una nueva definición.
La moda, por supuesto, juega aquí un papel decisivo pues es la primera que media entre ese nuevo deseo y la exteriorización del mismo, la primera que nos relaciona directamente con nuestra propia imagen. No se trata tanto de buscar nuevos colores (?) y de crear formas distintas como de saber utilizar los colores y las formas de que disponemos para otros fines, abriendo considerablemente el margen de la actuación y la iniciativa individual, remodelando los espacios conocidos y, a la vez, que dándoles otro contorno, darles otro contenido, contenido hasta ahora oculto y que ha pasado desapercibido. «
Después de leer este texto en una revista para tejer, sinceramente, he sido sumamente feliz, porque una vez más mis múltiples pasiones se han unido en una sola: tejer, Arte, pensamiento, protesta, expresión… En la revista encuentras imágenes que evidencian que tejer a mano se convierte en todo un grito de guerra, en una manera de expresarte, en una manera de cambiar tu mundo y aportar tu granito de arena desde lo cotidiano.
Y de los diseños tejidos a mano con una ambientación futurista, pasamos a encontrar otros que en los que los colores flúor o la geometría se convierten en protagonistas. Son diseños que tranquilamente podría llevar hoy, y creo que tejerlos sería pura diversión.
Viendo las revistas además hemos encontrado un montón de anotaciones a mano, de todos los proyectos que mi madre o cualquiera de las tejedoras con las que trabajaba habían tejido; también hemos reconocido otros tantos que en nuestra infancia lucimos mi hermana y yo orgullosas, proyectos ochenteros salidos de las agujas de mi madre o mi abuela.
Hemos recordado cuántas veces paraban a mi madre por la calle para preguntarle por sus diseños y como durante los 80 tejer y llevar prendas tejidas a mano era lo más.
Pero si hay una imagen que me ha parecido especialmente significativa en la revista ha sido el desplegable del interior a doble página. En la primera imagen ves un grupo de niños en la puerta del colegio, una fotografía en blanco y negro que chirría con todo el colorido de las revistas, todos llevan un «babi», uniformados y grises.
Pero si abres las páginas ves a todos esos niños contentos, sin uniforme, en una imagen a color, cada uno con un jersey diferente.
¿No crees que es una imagen sugerente?
Se puede palpar el mensaje, y todo potenciado por una actividad como tejer a mano. Eso me lleva a pensar sobre qué significa tejer hoy, qué ocurrió en los 90, en el inicio del siglo XXI y cómo y por qué hemos llegado aquí.
Hoy cuando tejemos quizás no estamos alzando las agujas como símbolo para diferenciarnos de una etapa gris y oscura de nuestra historia, pero lo que me queda claro es que siempre que coges unas agujas y comienzas a tejer hay una revolución, algo se mueve, algo cambia, el mismo hecho de tejer implica transformación.
¿Y tú? ¿Cómo lo ves?
¿Tienes revistas de hace 30 años por casa?
¿Qué diferencias crees que hay entre tejer ayer y hoy?
¿No encuentras fascinante que tejer, una actividad que puede ser cotidiana sirva para exponer cambios culturales?

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Que grande el post Clara! Te llevo 4 años y me declaro rockera, perpetua ochentera, reivindicativa e inconformista, aunque me haya pulido socialmente un poco jaja. Recuerdo llevar la ropa de mi madre en la adolescencia, la de esas revistas (y me he quedado con algún jersey de esos que se ven en la foto para replicar eh?).
Y lo más fuerte, me has recordado que yo aprendí a tejer con unos fascículos de mi madre de esa época, maravillosos por cierto, y que todos los patrones tenían esa pinta, juasjuas.
A mi tejer me libera, eso lo tengo claro 🙂
Un besote guapa.
Hola Patricia, me ha encantado, otra tejedora rockera más con la que compartir, me encantan los conciertos y aunque de adolescente no pude ver a muchos grupos que me encantan si que he visto grandes grupos ochenteros de mayor y los he disfrutado un montón. Genial coincidir además de tejer en la música 🙂 Yo estoy frita por poner en las agujas algún revival ochentero, nos iremos contando por IG, y sí, hay fascículos de esos años estupendos, donde te contaban un montón de cosas y que hoy también pueden utilizarse y darle un toque especial a las creaciones tejeriles. Me quedo con que a ti tejer te libera, sencillamente genial! Un abrazo bien grande!! 🙂
Bueno, con decirte que la foto del cole me ha recordado a ‘Días de escuela’ de los Asfalto. Y yo suelo coser con Janis Joplin, no veas que buen rollo. Para tejer soy mas tranqui pero alguna vez me he puesto caña con un proyecto fácil y las agujas vuelan!!
¡Me encanta Patricia! Eres todo un descubrimiento ¡Estoy encantada contigo! Cada día me sorprendes con algo 🙂 🙂 Genial!
¡Me ha encantado esta entrada, Clara! Mi madre no ha guardado revistas, pero tiene varios tomos de esos coleccionables que había para tejer, supongo que son de los 80, pero también creo que hay anteriores y diría que también de los 90. Tiene tomos ¡y más tomos! De vez en cuando, los ojeo, me parece muuuuy curioso. Hay cosas que ahora nos parecen terribles, pero entonces eran lo más. Y hay otras que sirven perfectamente para hoy en día, no parecen sacadas de patrones de hace 30 años.
Creo que tejer refleja muy bien los cambios culturales que vive la sociedad, aunque sigo pensando que así sólo lo vemos algunas. A mi alrededor, me siguen diciendo que lo de tejer “es de abuelas” cuando basta navegar un poco por la red y ves que es una actividad que engancha a gente de todas las edades, que fomenta la creatividad y que tiene mogollón de beneficios, equivalentes a la meditación. Admito que yo antes pensaba también así, pero ha sido meterme en este mundillo y descubrir una realidad casi paralela.
Yo creo que una de las grandes diferencias es que hoy en día contamos con la inestimable ayuda de internet para todo. Antes, quien tejía lo hacía en pequeños grupos o en soledad, como mucho consultando revistas como las que muestras. Pero creo que debía ser una actividad solitaria para mucha gente. Me imagino a mí misma, sin esto de internet, y te prometo que me consideraría un bicho raro. En cambio, con las nuevas tecnologías, es muy fácil acercarse a gente con tus mismas inquietudes.
La foto del muchacho de jersey blanco, con melenas largas y esas gafas… me he quedado boquiabierta, ¡de verdad! XD XD
Hola Nisi. Que bien que te haya gustado, la verdad es que entre revistas y coleccionables tiene una material para no aburrirse, y es cierto que algunas cosas se pueden llevar perfectamente, las hombreras gigantes no tanto 😉 Me ha gustado mucho tu reflexión sobre los cambios culturales y el tema de internet, pienso como tú, y es cierto que me siento arropada por una comunidad de personas que les apasiona tejer en Internet, y es cierto que por ejemplo cuando sales a la calle y tejes, muchos te miran extrañados, otros te preguntan curiosos… Lo que está claro es que tejer no deja indiferente, te digan que pareces una abuela o te admiren porque como dicen por aquí «que vicio tienes…». La revista contiene otros tesoros fotográficos y los modelos masculinos son la pera, pura diversión!!! Un abrazo gigante! 🙂
Pues a mi me parece una pena haber perdido lo que tenían generaciones anteriores y me alegro de que se esté recuperando. Pese a que ahora esté de moda, opino como @sorayismo comentó una vez, me parece pura reivindicación de nuestra feminidad. Porque denostar labores con tanto valor por ser de abuelas?
Sí, estoy contigo Patricia, de todos modos yo creo que no se perdió del todo, sin embargo ahora tiene mucha más visibilidad, eso aumenta el sentimiento de pertenecer a algo, de ser parte de una comunidad y le da fortaleza. Quien piensa que algo por venir de generaciones anteriores no mola, es que sencillamente no sabe valorarlo, para mí es una alegría poder aprender de mi abuela, de mis tías abuelas, de mi madre, de mi tía, enseñar a mis primas, en un futuro a mis sobrinos… No sé, esté de moda o deje de estarlo forma parte de mi vida y de mi manera de estar en el mundo. Muchas veces pienso que si me dedicara laboralmente a otra cosa no podría abandonar el blog, ya no. Solo decir: ¡Vivan las abuelas!
Sí!!! Menudo post ochentero!!! La verdad es habéis debido pasar un buen rato seleccionando qué revistas y modelitos sacar… qué hombreras, qué peinados, cuánta laca, ese maquillaje!!! Los 80, en lo referente a moda, solo me molan cuando los miro con nostalgia… Para mí se trata de una etapa maravillosa en cuanto a cine y música 🙂 A mí me pillaron en plena pubertad, así que mis fotos de aquella época son también un reflejo de la moda del momento, sólo me gusta verlas en compañía, para reírme más si cabe 🙂
Me parece que disponéis de un tesoro de grandes dimensiones (buena cosa tener una abuela que guarda semejante material gráfico!!!) y estoy segura de que sabréis sacarle el partido que se merece!!!
Muchas gracias por compartilo con todas!!! Es que son la pera!!!
Hola Isabel: sí, a mi encanta ver las fotos de esos años con mi hermana, porque aunque me saca 4 años para mí era un referente, así que la imitaba y si ella llevaba pantalones a pescar, pues yo también! Mis hermanos son mayores que yo, debo decir que parte de mi amor por los 80 es gracias a ellos en relación al cine y parte de la música que adoro, porque ninguno de los dos es mucho de pelos cardados, mallas y Hard Rock… Sí, lo de nuestra abuela es estupendo, y la selección del material fue una tarde domingo estupenda. Aún quedan muchas más revistas en el pueblo, así que habrá que seguir de investigación a ver qué más encontramos. Gracias ti por disfrutarlo con nosotras. Un abrazo grande!
Hola Clara!
Genial tu post, me ha encantado. Yo tengo un libro de decoración de 1976 que cogí del desván de una de mis abuelas y más de una vez lo he usado para sacar ideas para casa. Yo nací en el 78 y lo de recordar cosas de antes me encanta. Cada vez que nos juntamos la familia al completo salen todo tipo de recuerdos y siempre vemos fotos de nuestra infancia o de la juventud de nuestros padres. Te puedes imaginar los comentarios y las risas con el tema de la moda y, como no, siempre está el comentario de las madres de «no os riáis que todo vuelve porque ya está todo inventado», y tienen toda la razón del mundo.
Hace un año me regalaron el libro de YO FUI A EGB y me gustó mucho porque recordé lo felices que eramos los niños de aquella época con tan poco que teníamos. Ahora creo que han sacado el segundo y lo quiero comprar, porque es una manera de mostrarle a los peques de la familia parte de nuestras vidas con fotos de cosas que ellos no llegarán a conocer.
Mil gracias Clara por compartir ese trocito de pasado tejeril. De nuestra mano está trasmitir a las nuevas generaciones este arte tan bonito que nosotros hemos heredado de nuestras generaciones anteriores.
Un abrazo de los 80!
Cris.
Hola Cristina, la verdad es que es una alegría poder recurrir a cosas del pasado, nos devuelven siempre algo positivo, desde aprender, a recordar y siempre que se trata de los 80 las inevitables risas por el look, y en el punto tejido no podía ser menos. Yo le temo a que vuelvan las hombreras… eso creo que no me atrevería, pero a los colores chillones y a las melenas al viento, nunca se sabe. Yo soy mitad EGB mitad ESO, y siempre me molestó no haber hecho BUP y COU como mis hermanos. Ese libro de decoración tiene que tener verdaderos tesoros, yo tengo además un libro de punto de 1971 que ya os contaré en otro post, porque es todo lo contrario a los 80! Tremenda la diferencia cultural. Gracias a ti por compartir con nosotras otro trocito de ti, es genial poder compartir estas contigo y todas las PearlKnitteras, que disfrutamos del arte tejeril y estamos dispuestas a enseñarlo a todo el que quiera aprender. Otro abrazo ochentero para ti 🙂
Hola Clara!!
Me encanta en post!! En esas revistas hay autenticos tesoros!! Mi abuela tambien tiene un monton, y son mis herencia junto a sus agujas. Y de vez en cuando le doy un vistazo, en busca de inspiracion.
Yo tambien soy rockera!! Y aunque nací en el 82, me encantan los80′!!
Felicidades!
Hola Bea, que buena cosa esas revistas y esas agujas de tu abuela, sin duda toda una herramienta para no parar de tejer nunca. Menudas alegrías que me estoy llevando, otra tejedora rockera! Que bien 🙂 Tengo que pensar algo molón para que poner en las agujas, esas que al menos en mi caso, en más de una ocasión han simulado ser baquetas!! Normalmente cuando dices que te molan los 80 la reacción suele ser»¡Que horror! Es la peor década de todas», pero a mí me pierde entre la música y la pelis, y ahora más con todas estas revistas molonas. Muchas gracias por todo! Un abrazo grande 🙂
¡Hola Clara!
Recuerdo las revistas de los 80 de mi madre por las fotografías y el colorido. De hecho me tenía jerseys flúor para que no me perdiera en las rebajas.
Lo que no recordaba era la calidad de las publicaciones y el nivel del pensamiento contenido, que invitaba a la reflexión y a la ruptura.
La moda es símbolo de los tiempos en los que se vive y actualmente falta ese toque de transgresión, por lo menos a nivel comercial. Menos mal que aún quedan resquicios para salir de lo «ccorrecto» y mirar más allá.
Muchas gracias!!!! Ha estado genial el post.
Miles de saludos!!!!
Hola Gala: lo de los jerseys flúor para no perderte está genial, eso sí, menudo trasto tenías que ser 😉
Para mí ver el contenido de algunas de estas revistas ha sido un subidón precisamente por ese tema, porque invita a reflexionar, a romper, y gracias a este tipo de cosas el punto y las agujas no dejan de maravillarme nunca. Me alegra mucho que te haya gustado y espero que tú también a través de las agujas y los ovillos sigas descubriendo cosas importantes. Un abrazo grande!
Me has hecho mirar de otra forma a los 80’s.
En lo personal no me gustan los 80’s ya que los veo como una época oscura en la historia de la moda.
Desde esta perspectiva de moda, los 80’s cargan el slogan de «vestir para el éxito». Eso dice todo lo que hay dentro de esa década. Una lucha difícil y ruda que la mujer tenía que hacer si quería trabajar fuera de casa. Una lucha cotidiana para defender sus derechos y autonomía.
Las ropa ensanchada en los hombros no nace por casualidad, esta se hace para parecer más masculinas y dar la ilusión de testosreronas con liderazgo en una sociedad y mundo de negocios machistas, pero la feminidad aún se guardaba en la parte inferior, con las minifaldas ajustadas al cuerpo y los estiletos. Todo tan artificial me parece, la laca y los kilos de maquillaje para hacer parecer a la mujer dura, madura y ruda. Sin embargo, debajo de todo ese disfraz había una mujer inocente y romántica.
Lo que si reconozco es que está época es clave, lo que cuentas de la constante búsqueda de la identidad y redescubrimiento de lo cotidiano, me encanta!
Hace poco conseguí en una tienda de segunda en Holanda algunas revistas de tejido de los 80’s. Voy a escanear algunos modelos para que veas lo que en este lado la gente tejía. Y no se si conozcas este video, es sobre una mujer de Rotterdam que hace poco le descubrieron los 550 sueteres que tejío desde 1955, todos está nuevos, porque la mujer tejía solo por placer. El dia del video los sueteres tomaron vida por primera vez https://www.youtube.com/watch?v=Pul1Ja8gWBg
Un beso!
Hola Sandra: muchísimas gracias por tu comentario, me ha encantado TODO, desde lo que comentas de «vestir para el éxito» hasta el maravilloso vídeo e historia que me has dado a conocer, y por extensión a todo el que llegue a esta entrada. ¡Gracias! Me ha gustado muchísimo, y será estupendo ver el material que tú tienes, entre alguna de las revistas que tenemos nosotras hay francesas e italianas, pero no tenemos nada de Holanda, y sería genial poder verlas, que alegría que quieras compartir. No sé si ver los 80 como una época oscura, quizás con tantos cambios, al menos en España, por la diferencia con la etapa anterior, los estallidos de color casi que ciegan, pero lo importante creo que es valorar el cambio o como desde lo cotidiano se producían esas transformaciones. ¡Muchas gracias por todo, un abrazo bien grande y a seguir en contacto!
Hola Clara.
Un poco tarde pero aquí tienes el link para ver algunos modelos de las revistas que tengo de esa época.
https://lykkestudio.wordpress.com/2015/04/18/revista-de-1983/
un beso!
Hola Sandra: está genial! Viendo los ejemplos que pones me doy cuenta de que a mí si que me ha influido bastante, sobre todo en lo que se refiere al uso de las formas geométricas en los diseños, a esos planos de color, de contrastes llamativos, hay diseños que he visto en tu post que podría tejer y lucir con entusiasmo en el 2015, sin duda, algunos me recuerdan a lo que ya tenemos tejido por ejemplo, y es que al final está en mi inconsciente. Me ha gustado mucho. Muchas gracias por compartir, está genial que nos hayamos animado a recuperar revistas de hace tiempo y contarlas, cada vez lo veo en más sitios, y para mí son pura inspiración. Un abrazo grande!
Qué puntazo, recuperar esos tesoros! Claro que la moda es una expresión cultural y para mí, el hecho de que se trate de prendas hechas a mano les confiere un valor añadido aunque hoy a lo mejor no nos pondríamos ciertas prendas. Sobre la calificación de que tejer es cosa de abuelas para mí es un orgullo que así sea. Tiene mucho valor reivindicar y recuperar una forma de expresión, una modalidad de artesanía y un testigo de la moda del momento en el que se teje. Y si el nuevo auge que está experimentando se debe a internet pues genial! Viva la conciliación entre lo tradicional y lo moderno. No se puede pedir más. 😉
Hola Hadashana, pues sí, estoy 100% contigo: internet y el arte de tejer se unen para que se expanda y más gente pueda disfrutar si lo quieren de una actividad, profesión, entretenimiento… lo que signifique para cada uno ¿verdad? Yo hay cosas que he visto en las revistas que tampoco me pondría, sin embargo otras, con un poquito más de largo y otras mangas… ¡me las pondría sin problema! La verdad es que llevar prendas hechas a mano es un gustazo, cuando te las regalan, cuando las compras y ni te cuento cuando las tejes tú misma! Un abrazo bien grande y a seguir tejiendo!
Aunque voy con retraso! …..Clara que buenísimo el post! Dios mío yo había llevado esos jerséis (ufff como pasa el tiempo! Ayer cumplí 39 y estoy asimilándolo
Hola Carol, me alegra mucho que te haya gustado regresar a los 80. ¡Feliz cumpleaños y un par de días! Seguro que si conservas alguna de esas prendas se les puede dar uso hoy! Mi madre ha rescatado una jersey de verano, tejido en algodón, de su fondo de armario, tiene más de 30 años, y está como nuevo, ayer lo lucí felizmente, haciendo honor a sus manos tejeriles e intentando lucirlo tan bien como ella. Un abrazo grande!