Las trenzas y los ochos son de los efectos más divertidos y útiles de tejer, no me cabe la menor duda. Saber emplearlos y crear diseños con estos motivos, no trae más que ventajas, no sólo por una cuestión estética, también por la concentración y lo mucho que ayuda a comprender cómo funciona el punto, ayudándote el día de mañana a crear tus propios diseños. ¿Quieres saber más sobre estos grandes aliados tejeriles?
Es fundamental contar con la aguja auxiliar o imperdible grande o mediano para poder tejerlos, es importante que sean de un grosor adecuado a la lana que estés tejiendo para que no se te escapen los puntos. (Si no tienes aguja auxiliar, puedes utilizar un lápiz ¡funciona! tenemos una PearlKnittera entre nosotras que se tejió todos los cruces del Winner Snood con un lápiz, me encantó cuando me escribió para contárnoslo).
El trabajo con ochos o trenzas se resume en retirar a la aguja auxiliar un determinado nº de puntos concreto, tejer los siguientes y recuperar los anteriores para volver a tejerlos; siempre tendrás que tener en cuenta si los puntos de la aguja auxiliar los mueves hacia delante o hacia atrás del proyecto, ya que el dibujo que formes dependerá directamente de la orientación que le des a esos cruces.
Después de enseñarte varios ejemplos, te cuento algunas de las virtudes tejeriles de poner en práctica cualquiera de ellos.
Hasta hace poco tiempo no empecé a interesarme por los ochos o las trenzas, y no sé exactamente por qué los ignoraba, básicamente los había estado viendo toda la vida y no me llamaban la atención, imagino que como todo en la vida, es un proceso, pero cuando los pruebas, te entran ganas de utilizarlos en todos tus proyectos.
Mi idilio amoroso con los ochos comenzó con una especie de bufanda-capucha (uno de los proyectos que tengo entre agujas ahora mismo), después de varias pruebas me quedé con una combinación de ochos, uno a cada lado.
Este punto de ochos rayado pertenece a la bufanda-capucha que estoy tejiendo. Tengo un encargo muy especial, y a la PearlKnittera a la que va destinado, le he dicho que estoy a tope con los ochos y las trenzas, y por eso nos hemos puesto en marcha a probar algunas otras combinaciones.
Estos son algunos ejemplos, aunque hay mil ideas para poner en práctica.
El punto ochos caramelo me resulta de lo más goloso, no sólo por el nombre, también porque el dibujo que forma puede quedar muy bien en un sweater ancho, de esos gustosos, o bien para alguna prenda masculina, que por norma general suelen agradecer este tipo de detalles. Para tejer este punto es necesario utilizar 2 agujas auxiliares.
El punto de ochos sencillo sería el más básico, pero la sencillez normalmente suele tener un encanto especial, y lo clásico siempre queda bien. Otro detalle para enriquecer más aún el proyecto es tener en cuenta los cruces de la aguja auxiliar, de manera que el dibujo que forman ambas filas de ochos queden simétricas. El ocho de la derecha va hacia un lado y viceversa.
Este otro, el punto de ochos corazón (seguro que se le conoce por más nombres) también tiene su aquél, el volumen es menos acentuado, porque por el derecho de la labor lleva punto liso, pero igualmente el resultado es muy bonito.
Estas trenzas tejidas son como las que te puedes hacer en el pelo, para que se marque más el volumen lleva canalé a ambos lados, eso se consigue con una combinación de punto derecho, punto revés y cruces.
Estos son algunos ejemplos de las múltiples combinaciones que existen.
Para resumir por qué creo que tejer ochos y trenzas no trae más que beneficios, te enumero las ventajas que yo he encontrado:
- Se trabaja por repeticiones: esto significa que tejes bloques iguales. ¿Qué significa esto? Que sin darte cuenta vas asimilando el orden y puedes trabajar sin necesidad de estar llevando cuentas constantemente, tejes bloque a bloque y el proyecto avanza de manera diferente. Cambiar la mentalidad de «una vuelta más» por «una repetición más«, hace que sin que te lo propongas lo que estés tejiendo avance muy rápido.
- Ayuda a la concentración: cada repetición se compone de una serie de vueltas, algunas iguales y otras no. Mientras que al principio tendrás que prestar atención para no equivocarte, conforme vayas avanzado notarás como sale prácticamente solo, es un momento tejeril/zen total.
- Te ayuda a comprender cómo y por qué se forman los dibujos, así conseguirás sacar tus propias conclusiones sobre el funcionamiento del punto, lo cual te permitirá dar un paso más hacia la autonomía tejeril, y el día de mañana tejer tus propias ideas.
- Aprendes a distinguir perfectamente los puntos del revés de los del derecho, así como si estás en el lado derecho o revés de la labor, mientras que va formándose un dibujo que en apariencia parece difícil, pero dependiendo de cómo te lo expliquen, puede ser lo más sencillo del mundo.
- Es una manera estupenda de crear volúmenes en tus prendas tejidas a mano, si sabes emplearlos bien, aunque sólo tejas cuellos o bufandas (por el momento) le darán un aspecto mucho más original y profesional. En los jerseys o chaquetas crean efectos que enriquecen muchísimo.
- Las trenzas o los ochos suelen quedar bien tanto en lanas lisas como en mezclas. Es cuestión de probar y ver los resultados.
¿Qué me dices?
¿No te han entrado ganas de aprender a tejerlos todos?
¿Qué te parecería un curso en el que poder aprender gran variedad de ochos, cruces y trenzas?
¿Qué me dices si además pudieras aprender a aplicarlo a proyectos variados como cuellos, jerseys, gorros o patucos?
¡Estoy deseando ampliar mi muestrario de punto de ochos!
¡Te espero en los comentarios!

suscríbete y llévate el n.0 de PKMGZ
¡Llévate 6 minipatrones para que tejas ya mismo!
A mí me encantan, pero me da la sensación de que es una técnica master&comander total 😉
Y me chifla lo del momento zen tejeril… Es tan cierto!!
Un abrazo grande!!
Hola Isabel, no, no te preocupes, para tejerlos es solo combinación de un poquito de memoria y concentración, no es difícil, de verdad. Sí, la verdad es que a veces me pregunto qué haría yo sin ese momento zen… Un abrazo gigante! 🙂
¡¡Pues lo del curso estaría genial!!
Nunca habia pensado que me saldría algo así, pero ahora que estoy con el Winner Snood ya no lo veo tan lejano. Falta saber como plasmarlo en prendas, porque lo de usar aguja auxiliar no me ha parecido tan difícil como pensaba.
Un saludo!
Hola Alicia! Sí, el patrón del Winner Snood quita un poco el mito de la complicación para hacer puntos cruzados, ochos o trenzas… Y como tú dices la clave está en saber aplicarlo a prendas y tener en cuenta el nº de puntos, el diseño, etc ¡Esa es la parte más divertida! Estupendo, pues tomo nota, y a por ello!! Un abrazo grande!
Yo me apunto al curso seguro! Nunca me he comprado nada con trenzas u ochos porque no me llamaban la atención, pero desde que hago punto me ha entrado la curiosidad de cómo se hacen, de hecho tengo agujas auxiliares e imperdibles de colores todavía envueltas que en su día compré porque las vi en una tienda y no me pude resistir! Un abrazo grande!
A mí me pasaba al principio igual Cristina, no me llamaba la atención, pero desde que empecé y ves la de posibilidades que tiene… ¡Imposible resistirse! Habrá que darles uso a esos imperdibles y agujas auxiliares 🙂 Un abrazo grande para ti tambieén!
Wow is beautiful
🙂 Thanks Mildred!
Yo los hacía hace mucho tiempo. Quiero volver a hacerlos.
Estupendo Isabel! Siempre es bueno recuperar técnicas que ya conocíamos y ponerlos en práctica 🙂
Clara, yo me apunto al curso de los ochos que sólo sé hacer el sencillo y por delante el cruce. Deseando mejorar
Estupendo Maite, pues entonces habrá que ir dándole forma a la idea y además pensar en proyectos en los que se pueda aplicar todo lo que aprendamos! 🙂 Un abrazo
que chulos esos puntos, de ellos se hacer dos , pero lo de los corazones ni lo había visto antes. queremos un tutorial! un saludo!!!
Hola Beatriz:
La verdad es que el mundo de los ochos y las trenzas es infinito, yo ya voy acumulando varios de ellos en mi muestrario, mientras más descubro más me molan! Un abrazo 🙂