La semana pasada os hablaba de algunos diseños tejidos a mano y en algodón de Pearl Knitter, y hoy os muestro lo que podemos entender como el origen pearlknittero. Hace poco en Instagram compartí una imagen de un jersey diseñado y tejido por mi madre hace más de 30 años, estoy orgullosa porque puedo lucirlo hoy como si fuera nuevo, eso nos dio pie a buscar en los armarios y recuperar algunas de las prendas que nos quedan de esos años. Son diseños que bien podrían haber sido tejidos hace 2 días, y es que en punto, como en todas las modas, lo anterior siempre vuelve.
Quienes siguen nuestra trayectoria ya saben de sobra que mi madre ha tejido profesionalmente durante años, de hecho en casa la economía familiar estaba sustentada por su trabajo y el de mi padre. Tejer no era algo anecdótico, era ya nuestro medio de vida hace más de 30 años.
Mi madre tejió durante años para la marca de lanas Phildar en Sevilla, ella y la veintena de tejedoras que tejían sus diseños, hacían maravillas con estos algodones, que hoy, después de tantos años y a pesar del uso, lucen como nuevos (para conseguir esto, además de tejer bien y con buenos materiales, hay que mimar las prendas tejidas a mano, lavarlas con el sistema adecuado y cuidarlas).
Este diseño tejido con la técnica jacquard que compartí en Instagram hace unas semanas provocó admiración, no sólo por lo minucioso del diseño, en el que hay que llevar un montón de ovillos y un ritmo acompasado y concentrado para trabajar los hilos, también porque hubo quienes no podían creer que el jersey tuviera casi la misma edad que yo y que estuviera en perfecto estado.
Es sin duda un buen ejemplo de cómo si cuidas lo que tejes puede durar toda la vida. Por eso, cuando nos preguntan por nuestro trabajo, ya sea tejiendo por encargo, por nuestros patrones o nuestros cursos, defendemos la idea de que ofrecemos herramientas para siempre.
Aprender a tejer bien, asentando la base, ayudando a comprender el funcionamiento del punto, así como promover la capacidad creativa de cada tejedora con contenido de calidad y cuidado, es algo duradero y útil. No enfocamos nuestro trabajo como una moda pasajera, nos ganamos la vida dando lo mejor que tenemos, nuestro producto es una herramienta para crecer.
Uno de los detalles que más me gustan de este diseño es el cuello sumamente favorecedor, que bien puede pasar desapercibido entre tanto color y destreza técnica, pero merece la pena destacar.
De todo lo que mi madre tejió en aquellos años tenemos muy pocos diseños en casa, muchos los hemos regalado, y la mayoría se vendieron en su momento.
Guardo especial cariño a este vestido en formato globo con mangas, no sólo porque me encanta, también porque recuerdo como si fuera ayer a mi madre con él llevándome al colegio, y ya entonces causaba revuelo.
Lo mejor de todo es que ella lo tejió cuando estaba embarazada de mí, así que mientras yo aún no estaba en el mundo, ya lo lucí de alguna manera. Después, aunque no estuviera embarazada lo siguió utilizando igual.
Tejido con algodón 100% de la marca Phildar es un diseño que se empieza a tejer por una manga hasta el final de la otra, de ahí que la combinación de ochos y trenzas sea horizontal en la parte superior, y juegue con el dibujo vertical del cuerpo.
El efecto globo a partir del gran elástico inferior es de los detalles que más me gustan de todo el diseño. La caída es suave, el color gris perla acertado y puedo utilizarlo hoy sin problemas. Es un diseño, que obviamente como hija de mi madre que soy, va conmigo 100%, he podido heredar sus mismos gustos y preferencias a la hora de vestir, y por supuesto a la hora de crear prendas a medida en consonancia a cómo me siento, qué quiero realzar de mi cuerpo y qué no.
Otro de los diseños que recuperé de mi madre para utilizarlo hoy es un precioso vestido tejido en seda que me enloquece, en primer lugar por el color, en segundo por el brillo y en tercero por la textura y la sensación de frescor que tienes al ponértelo. Tejer con seda es lo más, aún tenemos ovillos de color naranja y amarillo que están clamando por ser utilizados después de 30 años que fueron comprados.
Este vestido sufrió variaciones a lo largo de los años, mi madre tuvo que arreglarlo porque antes era mucho más largo, al estar tejido en seda y con hilo doble, el peso era demasiado y cada vez cedía más.
Actualmente tiene el largo y el peso perfecto, y no ha habido vez que me lo haya puesto que no me hayan preguntado por él. Tiene el mismo cuello que el jersey tejido en jacquard, una vez más podemos comprobar lo bien que queda y lo favorecedor de ese corte.
La mezcla de dibujos por las diferentes combinaciones de puntos es otra de las claves por las que me tiene enamorada.
Y por último un vestido que mi hermana y yo hemos decidido compartir, hace años ya lo compartieron mi madre y mi tía, y ahora lo haremos nosotras.
Es un vestido perfecto para solucionarnos el típico problema de ¿qué me pongo para ir a una boda? Tanto ella como yo somos bastante sencillas y poco amigas de los tacones y lo recargado, por lo que este vestido, de corte globo, escote Halter, manga ranglan y textura espectacular nos brinda la oportunidad perfecta para no marearnos, y además nos aseguramos que no repetimos modelito con nadie, porque es único.
Creo que uno de los grandes aciertos de este diseño es el uso del punto ladrillo escalonado, de manera que se van formando unas «V» que ayudan a favorecer la figura. Porque el diseño en punto requiere de diferentes conocimientos, entre ellos saber cómo funcionan los materiales, de cara a la caída de la prenda, o bien qué tipos de puntos pueden sentar mejor o peor para realzar el conjunto.
El cuello Halter es de mis favoritos a la hora de diseñar prendas tejidas para el verano. Siempre sienta bien, y desde mi punto de vista es un corte muy elegante. Porque se puede tejer de muchas maneras, y cuando sabes cómo hacerlo te las ingenias para encontrar formas e ideas que te distingan fácilmente.
No tengo ninguna boda a la vista, pero tengo claro que al próximo evento que deba ir, y que no proceda ir en vaqueros y botas para variar, este vestido es el candidato número uno en mi lista.
¿Qué te han parecido?
¿Si los hubiera puesto en el post de la semana pasada hubieras pensado que estos diseños cuentan ya con más de 30 años?
Después de leer el post ¿no crees que todo lo que tejas hoy lo guardarás para el día de mañana? La moda siempre vuelve, y si cuidas bien la elección de tus materiales, el diseño y la manera de tejer, te encontrarás con prendas para toda la vida.
Con este post, que quizás parezca anecdótico por el tema de que son prendas de hace más de 30 años, puedes hacer una segunda lectura, porque la idea que subyace es que tejer puede estar de moda para muchos, también que hace 30 años se podían tejer tales modelos o tales otros, más coloridos o menos, pero en cualquier caso aprender a tejer y tener una buena base para el diseño y la creación de tu propia ropa, es una herramienta que puedes considerar como un valor en alza. Ahí queda eso.
Ahora cuéntame
¿Cómo afrontas tu camino tejeril si piensas de aquí a unos años?
¿Cuándo tejas lo harás pensando en el momento o a sabiendas de todo lo que pueden durar las prendas tejidas a mano?
¡Todo influye a la hora de diseñar y tejer!
Y por supuesto, todo esto influye en nuestra manera de enseñar.
¡Te espero en los comentarios!
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Ostras, he flipado mucho, qué diseños tan bonitos y tan bien conservados. ¡Qué manitas tiene tu madre! Me encanta el cuello del jacquard y del amarillo, creo que es un cuello muy favorecedor y hace un efecto maravilloso. Y el punto ladrillo escalonado es precioso, realmente queda muy elegante.
Yo tengo en casa un jersey de lana amarillo que tejió mi madre siendo yo adolescente, debe tener 20 años y se conserva como nuevo. Pero mi madre nunca ha sido una gran tejedora, así que es un jersey sin cuello, con las mangas un poco cortas, etc, pero lo guardo con todo el cariño del mundo. Cuando mi madre ve que aún no uso, flipa, pero sé yo que está bien contenta de verme con él, jejeje.
Hola Nisi, la verdad es que es una alegría poder verlos y lucirlos después de tanto tiempo, y sí, la verdad es las manos y la cabeza tejeril de mi madre no tiene precio, claro, que como yo soy su hija pues no me sale decir otra cosa, pero es que sin duda me siento afortunada de aprender de ella 🙂 El jersey amarillo de tu madre me parece que sea como sea es la prenda perfecta, porque lo que también aportan las prendas tejidas a mano es una historia, y por eso son especiales, me ha encantado lo de que ella en el fondo está contenta cuando te lo pones!! Un abrazo bien grande y mil gracias por tus palabras!
Increíble! Son prendas que podrían estar en cualquier tienda hoy en día, pero lo mejor de todo es que son únicos y hechos con cariño.
A mí me encanta la idea de poder hacer mi propia ropa, única, con los colores que yo quiera y sin depender de lo que me quieran vender en las tiendas.
Y sobre todo me haría muchísima ilusión que pudieran aguantar tan bien el paso del tiempo y quién sabe si convertirse en una herencia algún día.
Por eso precisamente estoy deseando hacer el jersey del proyecto común, porque espero que sea el primero de muchos.
Mi madre siempre ha tenido la ilusión de hacerme prendas, pero no la paciencia, y el resultado es que se conservan chaquetas a medias o mangas de jerseys, jajaja. Es otra manera de conservar prendas, lo único es que no las puedo lucir.
Hola Adriana: Muchas gracias 🙂 La verdad es que sí, que la alegría y la autonomía que se siente cuando puedes crear parte de tu propia ropa, te hace sentir estupendamente, yo he caído en lo de la herencia textil (tanto en conocimiento como en prendas) ahora, cuando voy a cumplir 34 años, quizás por la presencia de mis sobrinos, o bien por el trabajo que hago en Pearl Knitter, que inevitablemente me lleva a pensar a mucho y muchas cosas diferentes. Me ha encantado lo de tener esas prendas en stand by, pues mira, una opción, por si te apetece el día de mañana es que las recuperes tú y termines de tejerlas, se habla mucho de los proyectos a medio hacer de las tejedoras, y muchas se proponen terminarlos, así que da igual que sean de hace 20 años o 3 meses 🙂 ¡Ya nos contarás si lo haces!
Cada vez queda menos para el proyecto final, muchas gracias por tu entusiasmo 🙂 ¡Es contagioso! Un abrazo grande.
¡¡¡Preciosos!!! Puede que ya fueran diseños modernos en ese momento pero llama la atención que realmente ni te plantearías que no son actuales.Habrá diseños que aún pudiéndose llevar ahora se notan de otra época pero no pasa con estos.No sé si ya se diseñaron pensando en un futuro,en si los ibais a disfrutar como estáis haciendo.Y sí que es asombroso el perfecto estado en el que están.Espero conservar igual de bien mis proyectos,y llegar a diseñarme alguna prenda,pero lo de crear un diseño propio que guste también a una mayoría y que además sea atemporal debe ser cuestión de tener don 😉 (Una maravilla también los complementos,pequeñas obras de arte) 🙂
Hola Ruth: la verdad es que en su momento no fueron tejidos pensando en el futuro, hace 30 años mi madre diseñaba y tejía muchísimo, colaboraban mi abuela y sus hermanas, y a su vez muchas mujeres del pueblo y las prendas se distribuían por Andalucía, pero seguramente, sin internet en ese momento no podía imaginarse que tantos años después íbamos a crear Pearl Knitter. Por eso la idea de compartir los diseños de hace tiempo y la experiencia, desde mi punto de vista sirve para que ahora si podemos, ayudemos a pensar en lo duradero de esta herramienta, el poder de transformación y creación que tiene, así como las múltiples posibilidades. Estoy segura que con el interés y el amor que le pones a tus proyectos tejeriles en un futuro mirarás con orgullo hacia atrás y verás todo lo que han salido de tus agujas con una sonrisa en la cara. Genial el detalle de los complementos 😉 sabía que tú los valorarías de esa manera tan especial. Un abrazo grande y muchas gracias por tus palabras 🙂
Son unas prendas espectaculares!! Es increíble lo bien que se han conservado con los cuidados amorosos que les habéis dedicado a lo largo de tantos años…
A mí esto del punto me tiene fascinada ahora, después de haberlo vivido desde pequeña, algo tan cotidiano por aquel entonces… Parecía que hacer jerseys, chalecos, tops, vestidos, etc. fuese como hacer la comida, todos los días prendas diferentes que causaban sensación en la escuela o el instituto. No era consciente del esfuerzo, de la destreza, la técnica, los cuidados posteriores, la inspiración… de todo lo que requería!!
PRECIOSAS PRENDAS!!! Y con historia!!!
Un abrazo grande a ambas!!!
¡Muchas gracias Isabel! La verdad es que estamos la mar de contentas con el rescate, es una alegría poder utilizar prendas únicas, con calidad y en buen estado. Y sí, entiendo perfectamente esa sensación de las diferencias a cuando éramos pequeñas y parecía «magia», que en parte un poquito lo es, pero también implica muchísimo trabajo, lo que ocurre que cuando se hace con disfrute y destreza, pues sienta muy bien 🙂 Un abrazo doble para ti, bien grande! 🙂
¡Que prendas tan increíbles! Son preciosas y muy muy actuales pese a los años que tengan. Me encanta este post, ahora que vivimos en una época de usar-y-tirar, tanto en la ropa como en muchas otras cosas. Yo si llego a aprender a tejer algo la mitad de bonito ojalá pueda conservarlo tanto tiempo. Como aún estoy muy «verde» en esto del tejer, de momento en mis proyectos busco aprender cosas nuevas ¡y acabarlos!
Hola Lucía, muchas gracias por tus palabras. Está muy bien apreciar lo que tenemos, como tú dices en la ropa y otras cosas, de hecho pienso que aprender a tejer, a coser, a ganchillear, o cualquier otra técnica para hacer ropa te lleva directamente a valorar este tema, porque aprendes a apreciar el proceso de trabajo, por lo tanto lo valoras más. Está muy bien que ahora te centres en aprender y también en terminar, de hecho ese el primer paso para que el día de mañana tengas tu propio fondo de armario, repleto de técnica tejeril e historia, seguro que sí, que con el entusiasmo que le pones y el interés, llegarás a tejer tus propias ideas. ¡Mucho ánimo! Y un abrazo grande.
Son preciosos y tan originales!!! Yo por el momento no me veo diseñando pero supongo que es algo que va surgiendo cuando dominas las técnicas. Yo también estoy deseando meterle las agujas al proyecto!
Hola Hadashana, muchas gracias 🙂 Claro que sí, llegar a tejer tus propias ideas es cuestión de tiempo, hay quien necesita tener seguridad comenzando con patrones, quienes se lanzan, etc. Es cuestión sobre todo de disfrutar mientras se aprende. ¡Estupendo! Nos alegra mucho que tengas tantas ganas, un abrazo grande!
Qué bonitos todos, Clara! Y están espléndidos, cada uno con su historia, qué bueno!
Bien conozco el talento creativo de tu madre y aún así no deja de asombrarme. Todo lo que toca lo hace entrañable. Será porque es tan buena artista como persona? Totalmente!!!
Muchos besos a las dos
Hola Isa. Ay! que alegría leerte por aquí, muchas gracias. Tú conoces bien a mi madre, y ambas habéis vivido muchas experiencias creativas juntas, así que seguro que si un día te animaras a coger las agujas harías obras de arte como las que ya haces en tu faceta de artista 🙂 Creo que ambas tenéis las mismas cualidades y virtudes: artistas y buenas personas. Un abrazo grande y doble para ti de parte de las dos.
Son una verdadera preciosidad! Eres afortunada. Mi madre también me ha tejido muchas cosas, pero a lo largo de múltiples mudanzas he perdido algunos de aquellos jerseys maravillosos. Disfrútalos!
Hola Conchi, muchas gracias, sí, la verdad es que me siento afortunada, porque después de haber tejido miles de prendas al menos nos quedan algunas de testimonio, y además se pueden utilizar porque están perfectas. Te entiendo en eso de las mudanzas, yo aunque tengo casi 34 años me he mudado 18 veces, así que imagino lo que se me ha ido quedando en el camino…Un abrazo grande y muchas gracias 🙂
Que maravilla!!! son demasiado lindos todos, yo también los usaría feliz!!!!
Preciosos todos, aunque el vestido globo me ha tiene enamorada.
Anoche te contestaba al pequeño cuestionario, y ¿ves? una de las cosas que me gustaría aprender con relación al punto, jejejeje, poder sacar el patrón completo de esos modelos sólo con ver la foto 😉
Hola Salomé, muchísimas gracias. El globo la verdad es que es una alegría 🙂
Con respecto a lo sacar el patrón a ojo… Ay! Claro que sí, eso es una maravilla, pero también creo que años y años de práctica, mi madre es una experta en sacar puntos con mirarlos, y en saber cómo tejer cada prenda de un vistazo, algún día me encantaría ser como ella, poquito a poquito y con una buena base creo que no es imposible. Así que mucho ánimo y a tejer mucho! Un abrazo grande.
Es cierto, Clara, me encanta lo que has compartido. La verdad es que yo he guardado como tesoros prendas tejidas por mi madre y por mí, que se pueden usar. Pero tengo una consulta: algunos blancos tienden a oscurecer con los años y pierden toda su belleza. Creo que se podría teñir. Me gustaría tu consejo para teñir lanas naturales y además, hilados con sintéticos. ¿Nos resignamos? ¿Teñimos? ¿Y si se rompe la prenda…????? ¿QUÉ HACER? Gracias por tu ayuda, y muchos cariños desde Argentina.
Clara, como me ha gustado leerte. Sobre todo cuando hablas de los jerséis tejidos hace años.
Verás, mi familia es de Jaén. Mis padres emigraron a Valencia, porque se dieron cuenta que allá no había futuro para sus hijos. Vendieron todo lo que tenían y empezaron de cero, ya mayores y con cuatro hijos. Mi padre trabajo en lo que salía y a mi madre siempre la recuerdo, tegiendo bolso de rafia haciendo jerséis para tiendas y vistiendo muñecas ( esas andaluzas que se ponían encima de la tele y se vendían como souvenirs..todo esto para ayudar a la economía familiar…. Y aún guardo un jersey de algodón color rosa chicle de punto » madroñitos. No me lo,pongo porque ya tengo mi edad y el jersey puede tener 40 años, pero que está de actualidad..
Hola Rous, que bien que compartas con nosotras tu experiencia. Lo cierto es que esas prendas de hace años las tenemos con un cariño especial, además como bien dices siempre vuelven a estar de moda!! Que bonitos recuerdos. Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo enorme!!